Un viaje no es lo mismo sin una Moleskine en el bolsillo. Recuerdo cuando compré mi primera libreta. Fue pocos días antes de partir de viaje en solitario durante casi un año desde la fría Alaska hasta Tierra de Fuego a través de la ruta panamericana. En ella anoté teléfonos, direcciones, recomendaciones, pensamientos, poemas… Ahora la conservo guardada en mi cajón, un tesoro que entre sus tapas posee un baúl lleno de recuerdos.
La historia de este objeto negro de tamaño bolsillo empezó hace muchos años. Moleskine es el heredero del legendario cuaderno de notas que, según afirman sus creadores, utilizaron artistas e intelectuales en los dos últimos siglos como Vincent Van Gogh, Picasso, Ernest Hemingway y Bruce Chatwin. Un sencillo rectángulo negro de puntas redondeadas con una goma elástica que sujeta las cubiertas y un bolsillo en el interior son sus señas de identidad.
Durante más de un siglo se fabricó en un diminuto taller francés que abastecía las papelerías parisinas a las que acudían artistas y escritores internacionales de vanguardia. La muerte del dueño de la distribución en París propició su desaparición en el año 1986.
En 1997 un pequeño impresor de Milán recuperó este legendario cuaderno y reemprendió viaje de nuevo apelando al romanticismo del viajero como marca de identidad. La libreta se ha puesto al día y ha tomado el pulso de nuestros tiempos editando diversos formatos: ediciones especiales (ONU, MoMa Bauhaus, Apple…), agendas, tipo álbum (formato A$ y A3), bloc de notas, libretas que se han convertido en lienzo para artistas de todo el mundo o una de sus últimas creaciones; la MoleskineCity.
Esta libreta-guía está enfocada a viajeros que, bien sea por placer o por trabajo, quieren conservar detalles y recuerdos. Todos hemos vuelto de un viaje y al llegar hemos olvidado más de la mitad de lugares especiales y únicos que habíamos descubierto: ese sabroso croissant, aquella cafetería con encanto, esa tienda de libros descatalogados…
La Moleskine City no sirve únicamente para viajeros no locales, aquellos que vivimos en una de las 45 ciudades que forman parte de la colección (Berlín, Nueva York, París, Madrid o Tokyo, entre otras tantas) podemos usarla como guía de referencia para anotar nuestros restaurantes preferidos, hoteles, direcciones, personas, historias, recuerdos…
MoleskineCity incluye un mapa general de la ciudad, mapa de la red de metro con un índice de las estaciones, hasta 36 páginas de mapas de zona e índice alfabético de las calles. El archivo personal de 96 páginas, con 12 pestañas te ayuda a encontrar fácilmente todo lo importante. Las primeras 6 pestañas están predefinidas, la segunda serie es personalizable gracias a las pegatinas que vienen adjuntas. Además incorporan 32 recuadritos perforados que se pueden separar para dejar pequeñas notas e intercambiar mensajes y 12 hojas adhesivas transparentes reutilizables para marcar tus itinerarios.
Moleskine se une al mundo 2.0 y desde este año posee aplicaciones gratuitas para iPad e iPhone que puedes descargar desde la App Store. Esta aplicación te permite expresar tu creatividad con notas de texto, imágenes y bocetos hechos a mano alzada. También puedes utilizar diversos tipos de papel (liso, a rayas o cuadriculado) que ya se usan en las libretas convencionales.
Un detalle interesante de esta aplicación es que permite que el usuario elija su propia portada, puedes escribir y modificar notas de texto, insertar imágenes, definir categorías para poder encontrar tus notas con mayor facilidad, realizar esbozos, insertar geoetiquetas en cada nota y compartir tus anotaciones con amigos a través del e-mail y las redes sociales.
