Marta es viajera vocacional desde que era niña. Yo, Marina, actriz e inquieta descubridora de lugares. Nos conocimos en el 2006, año en el que emprendimos nuestro primer viaje juntas por África. Tras haber vivido en Irlanda, Inglaterra, Marbella (España), Alemania, Gran Canaria y finalmente plantar el huevo en Barcelona, decidimos dejarlo todo después de haber viajado de manera indiscriminada y preguntarnos en cada regreso: «¿Y tú, hacia dónde seguirías viajando ahora?».
En noviembre 2013 comenzamos un periplo que nos lleva por América y Asia sin billete de regreso. Durante los próximos meses te contaremos en Mochileros TV cómo nos las hemos arreglado para viajar de mochileras por el mundo. ¿Te vienes con nosotras? Todo comenzó con una simple conversación como ésta.
MARTA: Descorcha ese vinito Malbec anda.
MARINA: Fíjate, nuestra uva favorita y no la habríamos conocido si no hubiésemos decidido ir a Argentina.
MARTA: ¡Buah! Me iría a Argentina ahora mismo otra vez, bueno, de hecho a todos y cada uno de los países por los que hemos pasado hasta ahora.
MARINA: ¿Cómo pudimos tardar tanto en decidirnos?
MARTA: Nos hubiéramos arrepentido tanto si hubiésemos dado la entrada del piso en vez de invertir en experiencia de vida.
VIAJAR CON SEGURO... ¿SÍ o NO?
Si vas a viajar por libre, lo mejor que puedes hacer es contratar un buen seguro de viaje. Mi recomendación es que contrates un seguro de Intermundial, la compañía más experta en seguros de viaje, con quien tendrás asistencia médica y todas tus necesidades cubiertas tanto antes de viajar como en destino.
MARINA: Tú lo tenías claro, pero a mí me costó un poquito. Inevitablemente la sociedad y lo que has aprendido en casa te condiciona y, ¡joder! Las cosas no están como para ir dejando trabajos fijos.
MARTA: Que sí, que es duro dejar el trabajo, los amigos, la familia, la seguridad de todo eso y sobre todo cuando estás a gusto, pero para mí viajar debería ser una asignatura obligatoria, es como estudiar la carrera más importante.
MARINA: Sobre todo en autoestima y seguridad. ¿Te acuerdas del miedo que teníamos a hacer acampada libre solas? Todavía me acuerdo de lo que me dijiste: “Si hubiese un chico, creo que me sentiría más segura”, pues no nos ha ido tan mal ¿no?
MARTA: Al contrario, dime tú si habríamos tenido tanta suerte a la hora de hacer autostop, o al hacer couchsurfing, o al entablar conversación tan fácil con los parroquianos cuando entras a un bar, o mismamente en un autobús.
MARINA: Ya, pero de vez en cuando hay que mantener las distancias…
MARTA: Sí claro, hay que tener dos dedos de frente y sentido común.
MARINA: Afortunadamente hemos ganado en sentido común, porque todavía me acuerdo de cuando nos quedamos tiradas en la frontera de Senegal con Malí por viajar en un bus ilegal.
MARTA: ¡Uff¡ qué largos se me hicieron esos tres días ¡y tres días no son nada! Es tan relativo el tiempo. Cuando empezamos a tramar el gran viaje y le pusimos fecha de comienzo, parecía que no iba a llegar nunca.
MARINA: Ostras, es que cuatro años preparando es mucho tiempo, pero se pasaron volando.
MARTA: Claro, es que ya habíamos empezado a viajar durante ese periodo. El viaje empieza cuando se te enciende la bombilla por primera vez.
MARINA: La casa llena de guías de viaje de la biblioteca, todo el día mirando blogs e info en internet… la de mails que te habré enviado desde el trabajo con enlaces interesantes que acababa de encontrar. ¡Ups! Esto igual no debería decirlo ¿no?
MARTA: Qué vértigo cuando compramos el vuelo… y menuda borrachera pillamos.
MARINA: Ahí sí que ya no había vuelta atrás. Qué sensación de felicidad, de miedo, de compromiso, de ilusión… de muchas cosas juntas.
MARTA: Pues las mismas sensaciones que tienes ahora cada día durante el viaje, sólo ha cambiado el entorno. ¿Y lo que mola mirar atrás y ver todo el camino de experiencias recorrido? Es que, te das una autopalmadita en la espalda. Es un subidón estar cada día en un lugar diferente y conocer gente nueva. El levantarte y no saber dónde vas a dormir esa noche, a quién te vas a cruzar por el camino que enriquezca tu viaje y conocerte cada día un poquito más.
MARINA: Estoy de acuerdo, aunque lo mejor es pensar que todavía queda mucho por vivir.
MARTA: Amén. Pero deja de filosofar y apura ese vaso de vino que nos perdemos la puesta de sol.