La civilización Maya es una de las más importantes de la América prehispánica. Su legado cultural y costumbrista, además de los misterios que encierra su caída como imperio, la envuelven en una atmósfera mística merecedora de admiración y respeto.
Sus grandes ciudades, deshabitadas al momento de la llegada de los españoles a su territorio, son una visita obligada para los mochileros interesados en la cultura y que transiten por las regiones que ellos dominaban, desde el norte de el Salvador y Honduras, hasta el sur de México. Recorrer todas las ruinas de sus ciudades demanda mucho tiempo por lo que les recomendaremos algunas de las más importantes para que no pierdan de vista en su ruta.

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TIKAL (GUATEMALA)
Si con sus mochilas se encuentran en territorio guatemalteco, podrán visitar la capital del imperio Maya pre clásico y clásico (entre el 400 ac y 900 dc), localizada al norte del país, en la provincia de Petén, Tikal. La ciudad, representa el apogeo cultural de esta civilización y también fue uno de los más importantes centros comerciales y ceremoniales. Su nombre, en lengua maya, significa “lugar de las voces” o de los sonidos. Tikal, se levanta en el medio de la espesa selva, por lo que los caminos que conducen a los edificios, se abren entre la vegetación y los susurros desde el interior de la arboleda llegan desde los cuatro costados. Los monos aulladores, las iguanas y los pájaros, acompañan el recorrido e impiden al visitante sentirse solo. El ascenso a las grandes esculturas que superan el nivel de la selva, posibilitarán al turista, acercarse al celeste cielo y a comprender la comunión con los dioses que los nobles mayas sentían en este lugar.
Para visitar Tikal lo más conveniente es hospedarse en Las Flores, ubicado cerca de la ciudad de Santa Elena, en el departamento de Petén. La entrada al sitio arqueológico cuesta 150 quetzales (1 dólar=7 quetzales) y lo aconsejable es visitarlo por la mañana temprano, ya que de esta manera, se podrá evitar el intenso calor del mediodía y la tarde.
PALENQUE (MÉXICO)
Otro país que posee un gran legado cultural maya es México. La zona sur de este país, que abarca a los estados de Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, está plagada de comunidades descendientes de esta civilización y también de zonas arqueológicas. Una de las ruinas más conocidas y visitadas por su imponente arquitectura y conservación, es Palenque, localizada en la ciudad que lleva su mismo nombre, en el estado de Chiapas.
Palenque, junto con Tikal, fue uno de los centros más importantes del período clásico. Ubicada en la espesura de la vegetación, en la Selva Lacandona, este sitio posee un estilo arquitectónico diferente a su antecesora guatemalteca, y se destaca por la cantidad de esculturas en piedra que se conservan en excelente estado y que adornan las paredes de los principales edificios. Además, la zona arqueológica posee un museo donde se pueden apreciar artesanías hechas en jade, piedra preciosa; entre ellas, la máscara funeraria del emperador más importante de la ciudad, Pakal. El ticket de entrada a este sitio cuesta $59 mexicanos (1 dólar = $15 mex.)
CHICHEN ITZÁ (MÉXICO)
Por otra parte, en el estado de Yucatán, se ubica la zona arqueológica maya catalogada como una de las maravillas del mundo, Chichen Itzá. Cercana a la localidad de Valladolid, este asentamiento fue eje del imperio en el período post clásico (900 a 1500 dc). Dotado de una arquitectura propia, en este sitio se destaca la conservación y la restauración de los edificios, lo que obliga al visitante a transportarse en el tiempo e imaginar cómo serían las edificaciones en su época de esplendor. La pirámide de Kukulcán, desde donde baja la serpiente emplumada en el equinoccio de verano, es sin duda su principal atractivo y edificio más conocido. El ticket de ingreso a esta zona arqueológica, cuesta $216 mexicanos.
La cultura maya y sus tradiciones son inagotables a lo largo de todo el territorio comprendido por esta antigua civilización prehispánica. El dejarse llevar por sus leyendas, empaparse en su conocimiento y visitar sus sitios sagrados, producirá en los viajeros una experiencia invaluable y llena de espiritualidad.