Teo planeó una vuelta al mundo en moto de un año y medio que acabó durando dos. En la primera etapa del viaje fue desde Madrid a Japón pasando por el sur de Europa, Turquía, Georgia, Rusia, Kazajistán, Uzbekistán, Kirguistán, Mongolia y Siberia. En esta etapa en solitario tuvo que lidiar con un motor inundado de agua en Mongolia, un robo en Siberia y una vuelta relámpago a Madrid por enfermedad grave de su madre.
En la segunda etapa de esta vuelta al mundo en moto saltó de Japón a Canadá para ir hacia el norte hasta Inuvik y Alaska. De ahí tomó rumbo al sur para atravesar los Estados Unidos de costa a costa dos veces. Después vino México -donde rodó en solitario durante tres meses- y Centroamérica, donde vivió una bonita historia de amor. Recorrió Sudamérica durante varios meses y desde Argentina volvió a casa. Aprendió que el viaje solo acaba cuando uno termina de soñar y que hay muchas maneras de que el culo no se te quede plano aunque no estés devorando kilómetros.
Teo Romera contó su vuelta al mundo en moto el domingo 29 de mayo en las IV Jornadas IATI de Grandes Viajes de Madrid (28 y 29 de mayo de 2016). ¿No pudiste acudir al evento? Suscríbete al canal de Youtube de Mochileros TV y podrás ver todas las charlas gratis en diferido →→→ ¡QUIERO SUSCRIBIRME!
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Nombre, apellidos, profesión -conocida 😉 a qué dedicas el tiempo cuando no viajas- y lugar de nacimiento.
Teófilo Romera Otero. Solía ser gestor de proyectos de I+D en nuevas tecnologías. Pero no lo hago desde que salí de viaje. Ahora tengo varios negocios incipientes diferentes y con los que malvivo. Algunos alrededor del comercio internacional y otros proyectos menos definidos en torno al tema de los viajes.
VIAJAR CON SEGURO... ¿SÍ o NO?
Si vas a viajar por libre, lo mejor que puedes hacer es contratar un buen seguro de viaje. Mi recomendación es que contrates un seguro de Intermundial, la compañía más experta en seguros de viaje, con quien tendrás asistencia médica y todas tus necesidades cubiertas tanto antes de viajar como en destino.
«Siempre digo que salí en busca de respuestas y ¡volví con más preguntas! Aprendes a no tener miedo y sobre todo aprendes mucho de ti mismo, especialmente viajando en solitario»
¿Qué te llevó a decidir dejar todo atrás para iniciar tu gran viaje?
En mi caso, un cúmulo de cosas. Quería ver mundo antes de hacerme más mayor y tener que atender responsabilidades nuevas. Había ahorrado suficiente y además buscaba un cambio de aires en lo laboral. Aparte, que por lo visto soy un poco culo inquieto.
¿Recuerdas tu primer viaje?
Mi primera aventura viajera fue hacer el interrail con un primo y un amigo. Teníamos 18 años y por aquel entonces no había Internet. Salir de casa y pasar dos meses improvisando de mochilero por Europa era toda una aventura.
Mi primer gran viaje en Moto fue Irlanda. Luego vinieron Los Alpes, Patagonia, Islandia y finalmente la vuelta al mundo. Siempre me ha gustado viajar y mi trabajo me ha permitido hacerlo hasta que decidí hacerlo de manera más comprometida.
¿Qué ha cambiado en tu yo interior después de este gran viaje?
Bufff.. no sabría por dónde empezar. Siempre digo que salí en busca de respuestas y ¡volví con más preguntas! Aprendes a no tener miedo y sobre todo aprendes mucho de ti mismo, especialmente viajando en solitario.
5 cosas que nunca faltan en tu mochila.
Un GPS, una cámara de vídeo, una cámara de fotos, un teléfono móvil y una tarjeta de crédito. 5 cosas no tangibles: buena actitud, ilusión, apertura de miras, improvisación y amor por la vida y la gente.
En caso de haber trabajado en ruta: ¿qué tipo de trabajos has hecho para ganarte la vida?
Trabajar en ruta no es algo que me atraiga. Pero sí trabajar en temas relacionados con viajes, el mototurismo y los viajes en grupo. Estoy explorando estas vías ahora.
¿El momento más extremo/peligroso/extraño/paranormal que hayas vivido en tu gran viaje?
Muchos momentos raros. Pero si tengo que elegir uno, seguramente sería un robo que sufrí en Siberia. Una rueda pinchada, una zona del mundo poco poblada, una noche desafortunada y algún indeseable me hizo pasar un mal rato. Pero nada que no se olvidara al día siguiente. De todas maneras, siempre hay más momentos buenos que malos y por cada cafre hay 99 almas nobles en el mundo.
¿Algunos momentos que recuerdes de felicidad extrema? Esos puntos álgidos de alegría en los que uno se dice a sí mismo: «por momentos así merece la pena seguir en el camino».
Cada vez que la gente te devuelve la fe en la humanidad. Alguien que te invita a su casa, alguien que te da ánimos y que muestra aprecio por tu manera de contar las cosas en las redes sociales… o simplemente verse solo, subido a la moto con kilómetros de naturaleza e incertidumbre por delante.
¿Qué sentimientos/reacciones ha despertado tu viaje en otros viajeros o locales con los que te has cruzado?
Lo que más dice la gente es que les da envidia. No les culpo. A mi también me daba envidia ver cómo lo hacían otros antes que yo. A veces la gente que te dice eso no sabe los sacrificios que conlleva un viaje como los míos. Económicamente, en términos de dejar de ver a los tuyos, el riesgo… ¡pero no pienso quejarme nunca! Soy y he sido siempre un privilegiado por poder disfrutar de la vida con salud y con el amor de los míos y más aún haber podido ver casi el mundo entero. Cuando muchos no pueden si quiera soñar en hacer nada parecido en toda su vida.
Tres personas anónimas que te hayan marcado en el camino.
Alguien que conocí en mitad del desierto de Nevada y que estaba cruzando Estados Unidos a pie. No por la gesta, que se ven muchas de diferente calado. Sino por lo que compartimos charlando. Cada uno de los moteros y seguidores de mi blog que me invitó a quedarme en su casa, me llevó a comer o a cenar o me enseñó su ciudad. Ángeles de la carretera, almas nobles. Gente que hace girar el mundo. Un amigo que hace trabajo humanitario en Mongolia.
«Hay que tener los pies en La Tierra, pero sin dejar de soñar. Que el corazón decida y que la mente ejecute»
Una vez uno se embarca en un tipo de vivencia así queda infectado por el virus del viajero. ¿Qué sensaciones has tenido a tu regreso al llegar a los que consideres tu hogar? ¿uno termina convirtiéndose en nómada para el resto de su vida?
Pasan muchas cosas. Primero, que si te descuidas es fácil volver a las antiguas costumbres y si te dejas absorber por la rutina, el viaje pronto se convierte en una colección de fotos y vídeos. Casi un sueño. Empieza uno a ver la vida un poco como un viaje y ya no le parece tan extraño el cambio ni da miedo lo desconocido. Un nuevo trabajo, mudarse de casa, emprender un negocio.
A veces no moverse, simplemente sabe a poco. Pero en mi caso tampoco he perdido la cabeza. Quiero seguir viajando, pero no le veo nada de malo a una vida con una base fija. Eso sí, no le veo la gracia a una vida «normal».
Muchos se preguntan… ¿y el amor? ¿cómo es la vida sentimental de los viajeros?
Yo precisamente he vivido algunas historias de viaje. El amor sí existe en los viajeros. Entre gente que viaja junta y gente que conoces en el camino. A veces es corto, a veces se busca que dure más. A veces es real, a veces es un espejismo. Pero sí, existe el amor de viaje. Somos humanos, no viajeros profesionales.
Hay cientos de personas que no se han animado a viajar por multitud de dudas, miedos, inseguridades, presiones familiares, sociales… ¿Qué les dirías a esos soñadores que viendo tu aventura piensan que no son capaces de hacerlo o que eres un superhéroe?
Que si un idiota como yo ha podido, ellos también podrán y que todo es mucho más fácil de lo que parece. Hay que tener los pies en La Tierra, pero sin dejar de soñar. Que el corazón decida y que la mente ejecute.
Videoperiodista, documentalista y aventurero. Entre mayo de 2006 y junio de 2007 realicé uno de los grandes viajes de mi vida: la ruta panamericana. De esta aventura nace el documental “La costura de América” que narra este viaje en solitario de 45.000 kilómetros, realizado íntegramente por tierra y más de 11 meses desde Prudhoe Bay (Alaska) hasta Bahía Lapataia en Tierra de Fuego (Argentina). He trabajado como corresponsal de la Agencia EFE en la India y realizado decenas de reportajes sobre turismo, cultura y sociedad para el canal de televisión español Telecinco. En enero de 2014 estuve nominado en los Premios Goya con mi cortometraje documental "La Alfombra Roja" rodado en un slum de India y que lleva acumuladas más de 130 selecciones en festivales de cine de todo el mundo. Sigue mis viajes en mi blog de viajes o mis redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram y LinkedIn