Xuankar llevaba toda la vida preparándose para el trabajo en banca que dejó hace 2 años. Mientras estaba delante de la pantalla del ordenador de la oficina sentía que la vida se le estaba pasando sin hacer nada especial. Cuando le ofrecieron la posibilidad de tomar 2 años libres, no lo dudó y en apenas un mes, tras realizar todos los preparativos (preparar la moto, documentación, visados, seguros, mudanza…) se encontraba subido a lomos de su moto, una Honda Africa Twin del año 1992 con 140.000 km en sus pistones, con destino a dar la vuelta al mundo en moto en solitario.
Inició la ruta por Europa, pasando relativamente rápido, para visitar Rusia, Kazajistán, Kirguistán y Mongolia. Continuó el viaje de por Japón, saltó a Alaska y de allí llegó a Ushuaia, cruzando todo el continente americano. De Argentina voló a Senegal y siguió Mauritania y Marruecos hasta España.
«Este veneno viajero está dentro de mí y no se irá nunca, así que mi mente siempre está maquinando, preparando viajes futuros»
En los 2 años de vuelta al mundo en moto en solitario ha visitado 4 continentes y 45 países, ha recorrido más de 110.000 kms y ha vivido millones de experiencias, buenas y malas.
En su viaje ha habido momentos difíciles, pero dice que lo positivo supera con creces a lo negativo y no se arrepiente nada de la decisión tomada. Resalta la cantidad de nuevos amigos que ha encontrado por el camino y que tanto le han ayudado sin esperar nada a cambio.
Xuankar participó como ponente en Madrid en 2019 en el evento de charlas de viaje más importante de España. Conoce más sobre su historia en su página de Facebook, Twitter, su perfil en Instagram y su blog.
Nombre, apellidos, profesión -conocida 😉 a qué dedicas el tiempo cuando no viajas- y lugar de nacimiento.
Xuankar García.
Empleado de banca y camarero.
Oriundo de Pozoblanco (Córdoba).
Cuando no viajo, dedico mi tiempo libre a preparar mis motos para que están siempre a ‘punto’.
5 cosas que nunca faltan en tu mochila.
Un mapa, cepillo de dientes, un par de camisetas, un diario y una jarra metálica.
Sabemos que durante un gran viaje a veces no tenemos el tiempo necesario para interiorizar o asimilar todo lo que estamos viviendo y a veces, al regresar, es cuando las vivencias comienzan a ordenarse. ¿Qué has aprendido en tu gran viaje?
He aprendido a afrontar los problemas de manera diferente, con más calma, sin darle mayor importancia a lo que no la tiene. Hay mucha gente por ahí con verdaderos problemas y no las pequeñeces que nos ‘agobian’ en nuestro día a día.
La vuelta a casa, puede que sea el momento más intenso y a la vez difícil de un gran viaje. ¿Qué recuerdos te vienen de ese instante?
Fue una sensación de descanso, sentí que por fin estaba en casa, lo había logrado. Ya podría ver a mis seres queridos, pero también sentí un vértigo tremendo, no me hacía a la idea de que ya habían pasado dos años y mañana no tendría que salir a enfrentarme a la incertidumbre de la carretera, a preocuparme por donde dormir o qué comer…
¿Ha cambiado tu forma de pensar sobre la sociedad/el mundo en que vivimos? ¿Cómo te sientes en tu vida cotidiana después de haber vivido lo que has vivido en esta vuelta al mundo en moto en solitario?
Pensaba que el mundo era mucho más peligroso de lo que en realidad es. Los noticieros contribuyen a que tengamos esa sensación. Sin embargo, hay mucha, muchísima gente buena que ayuda a otros sin esperar nada a cambio.
¿El momento físico o mental más extremo/peligroso/extraño/intenso/paranormal que hayas vivido en tu vuelta al mundo en moto en solitario?
Plantado frente a la puerta interestelar de Aramu Muru, cerca de la frontera entre Perú y Bolivia, apoyé mi frente sobre la piedra y sentí como una energía iba ejerciendo presión sobre mí. Me separé rápidamente, pero fue una sensación muy extraña.
«En un gran viaje más que dinero hace falta usar la imaginación». La pregunta 1000 veces repetida por aquellos que no se han lanzado o tienen miedo es que cuesta demasiado dinero. ¿Qué le dirías a alguien que ahora está soñando con emprender su propia aventura y pone los medios económicos como barrera para hacerlo?
Creo que el dinero es la excusa que muchos se ponen para no dar el paso a realizar un gran viaje, aunque en realidad esconde otros miedos, pero les puedo asegurar que se gasta mucho menos de lo que imaginas, si viajas con cabeza, claro. Además, la necesidad agudiza el ingenio.
Aquellos que nos ven vivir una aventura sea a través de las redes o de un blog muchas veces idealizan el viaje o los destinos, algo a lo que no ayuda a veces redes sociales como Instagram. ¿Qué no te ha gustado de tu experiencia viajando? ¿Qué cosas, países, personas, sensaciones personales te han dejado una huella negativa?
En general, en todos los países y sitios me han tratado muy bien y nunca he tenido sensación de inseguridad… bueno, quizás alguna vez, ¡je! Pero en Bolivia no me sentí cómodo, la gente era fría y distante conmigo, a lo que se sumaban los problemas de los extranjeros para comprar gasolina, ya que en muchos sitios, sin darte explicación, el gasolinero simplemente te ignoraba.
Tres momentos/personas anónimas que se te hayan quedado grabados del camino y por qué. Personas que serán siempre importantes cuando recuerdes tu vuelta al mundo en moto en solitario.
Un chico que conocí en Ucrania, apenas tenía 20 años y ya era un veterano de guerra con heridas de bala. Había participado en la guerra entre Rusia y Ucrania por la Península de Crimea. Me habló de los horrores de la guerra.
Tras cruzar la frontera entre Canadá y EEUU en moto, llegué a un pueblito perdido en el estado de Montana de noche, buscando algún hostel o motel para alojarme. Mientras estaba parado en un semáforo, se puso a mi lado un coche conducido por un desconocido con barba de varios días y despeinado.
Me empieza a hablar en inglés (sin yo entenderlo mucho, la verdad) y me dice que si tengo sitio para dormir. Me lo pienso un instante y le contesto que “no”. “Sígueme”, me dice, así que tras unas cuantas vueltas por las calles del pueblo, aparecimos en su casa, una enorme vivienda con estancia para invitados y todo, donde pasé unos estupendos días en compañía de aquella pareja maravillosa, Roy y Charmane.
En San Francisco conocí a Pau, una chica mexicana que estaba perfeccionando su inglés y me dijo que cuando pasase por México me podría quedar en su casa. Unos cuantos meses después aparecí por allí y en compañía de su amigo Octavio, estuvimos tres meses conociendo gran parte del lindo país que es México.
¿Qué haces o intentas aplicar para que tus viajes sean responsables y sostenibles con el entorno, las personas, los animales?
He visto mucho plástico en las cunetas de las carreteras de numerosos países, así como idílicas playas atestadas de residuos, por lo que intento consumir menos plástico y reciclar más.
¿Hay otro gran viaje a la vista? ¿O con uno ya es suficiente?
Este veneno viajero está dentro de mí y no se irá nunca, así que mi mente siempre está maquinando, preparando viajes futuros. Después de mis dos años por el mundo, estuve otro mes en Vietnam, Tailandia y Laos y próximamente viajaré a Nepal, pero el reto que tengo en mi cabeza es recorrer toda la costa atlántica africana en moto. Esperemos que se cumpla, estoy abierto a proposiciones, ¡je!
