Lo primero que hizo Cándida «Kandy» García Santos (1935) -más conocida como la Abuelita Mochilera- al jubilarse a los 66 años fue hacer realidad el sueño que siempre tuvo: dar la vuelta al mundo en solitario.
Esta vuelta al mundo, en la que utilizó transportes públicos, empezó en Argentina (llegó a Ushuaia), siguió por Centro América y Estados Unidos, continuó por Nueva Zelanda y Australia, para dar después el salto a Hong Kong, Vietnam, Camboya, Tailandia, Nepal y la India.
Tras los 9 meses de viaje, regresó a casa físicamente extenuada pero con la mochila repleta de ilusiones, vivencias y emociones que, a día de hoy, con 85 años, siguen manteniéndola fuerte, ilusionada y sin parar de viajar.
La abuelita mochilera es oriunda del pueblo vallisoletano de Iscar aunque a los 22 años emigró a San Sebastián con sus padres. En esta ciudad vasca abrieron un camping que regentaba durante 6 meses al año y el resto del tiempo lo dedicaba a viajar por Europa. Cumpliendo los 30 y con la carrera de derecho bajo el brazo, se mudó al sur de España y montó un despacho en Motril, localidad en la que su familia abrió un nuevo camping.
La vida fue pasando entre juicios y asuntos legales hasta que Kandy se jubiló. Un final para el Derecho Penal y Civil que fue el principio de una aventura que dura hasta hoy en día bajo el pseudónimo de la Abuelita Mochilera. Como ella misma cuenta, dejó «la toga por la mochila». En 2009 publicó un libro en el que narra sus peripecias cuyo objetivo inicial era ser un regalo para su nieta.
Ahora Kandy acompaña a otras viajeras en sus viajes organizados por países como Tailandia, India, Perú… Y parece que tiene cuerda para rato.
Kandy contó su experiencia como mochilera el sábado 28 de mayo en las IV Jornadas IATI de Grandes Viajes de Madrid (28 y 29 de mayo de 2016). ¿No pudiste acudir al evento? Suscríbete al canal de Youtube de Mochileros TV y podrás ver todas las charlas gratis en diferido →→→ ¡QUIERO SUSCRIBIRME!
Reportaje de la Abuelita Mochilera
VIAJAR CON SEGURO... ¿SÍ o NO?
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Nombre, apellidos, profesión -conocida 😉 -a qué dedicas el tiempo cuando no viajas-.
Me llamo Cándida García Santos. De profesión era abogada (pero ahora ya no porque estoy jubilada). Nací en Iscar (Valladolid)
¿Qué te llevó a decidir dejar todo atrás para iniciar tu gran viaje?
Realizar el sueño de mi vida, “dar la vuelta al mundo”.
¿Recuerdas tu primer viaje?
Mi primer contacto con el mundo fue debido no a ningún viaje si no a que a los 20 años mis padres tenían un camping en San Sebastián y allí descubrir como había gente que me decían estaban dando la vuelta al mundo. Eso me marcó tanto que de ahí vino mi deseo de viajar
¿Qué ha cambiado en el interior de la Abuelita Mochilera después de este gran viaje?
Imagínate lo que supuso para mí el cambiar la “toga” por una mochila, yo que siempre me movía cronometrando mi tiempo de repente me encuentro con que el reloj ya no es necesario en mi vida, fue todo un alivio
5 cosas que nunca faltan en la mochila de la Abuelita Mochilera.
Para mí, un chubasquero, una pastilla de jabón, una botella de agua y papel higiénico
¿El momento más extremo/peligroso/extraño/paranormal que hayas vivido en tu gran viaje?
Cuando en Hong Kong unos filipinos me hicieron “chantaje” y estuve con un pié dentro de la cárcel. También cuando en Colombia subió un encapuchado al bus con pistola en mano buscando a “turistas” para luego pedir un rescate.
¿Algunos momentos que recuerdes de felicidad extrema? Esos puntos álgidos de alegría en los que uno se dice a sí mismo: «Por momentos así merece la pena seguir en el camino».
Sí, creía que no podía ser verdad, en Temuco llegué a las “rucas”, las casas donde vivían los mapuches y fui invitada a pasar unos días con ellos.
¿Qué sentimientos/reacciones ha despertado tu viaje en otros viajeros o locales con los que te has cruzado?
En la India conviví con una familia y las mujeres se asombraban de que una mujer sola fuese capaz de viajar por el mundo.
«Yo solo tengo un hijo, ya es mayorcito y es feliz sabiendo que su madre lo es cuando viaja»
Tres personas anónimas que te hayan marcado en el camino.
La Casa de Madre Teresa en Calcuta donde pasé 10 días colaborando ellos, o Vicente Ferrer, con quien tuve la suerte de pasar unos días a su lado. Y como no, la “machi” de los mapuches que quería que fuese la madrina de un bebé que estaba esperando.
Una vez uno se embarca en un tipo de vivencia así queda infectado por el virus del viajero. ¿Qué sensaciones has tenido a tu regreso al llegar a los que consideres tu hogar? ¿uno termina convirtiéndose en nómada para el resto de su vida?
En mi caso sí fue así ya que ya estaba jubilada y nada me retenía en mi tierra. El descubrir que tenía “alas” fue algo tan maravilloso que ya nunca las he plegado y ahora con mis 81 años sigo volando y volando.
Muchos se preguntan… ¿y el amor?
Bueno, a esta pregunta imaginarás que yo, con mi edad, poco puedo decir de este tema.
¿Qué cosas has aprendido viajando sola?
Que el mundo es más seguro de lo que piensas, pero claro con mi edad… Yo solo tengo un hijo, ya es mayorcito y es feliz sabiendo que su madre lo es cuando viaja.
Hay cientos de personas que no se han animado a viajar por multitud de dudas, miedos, inseguridades, presiones familiares, sociales… ¿Qué les dirías a esos soñadores que viendo tu aventura piensan que no son capaces de hacerlo o que eres un superhéroe?
Solo decirles que el MIEDO no existe, son solo limitaciones que nosotros mismos nos ponemos y que no creo en las palabras de Calderón de la Barca de que «los sueños, sueños son», no, los sueños, cuando realmente los deseas con fuerza, un día se convierten en realidad. Todo es mucho más sencillo de lo que imaginas desde el sillón de tu casa.
Y otra cosa, que la edad en los viajes, no existe. Mis palabras favoritas son las que un día dijo Teresa de Calcuta: “Cuando no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa un bastón, pero NUNCA te detengas, porque siempre hay que recordar, que es mejor cansarse que oxidarse».
La Abuelita Mochilera ha sumado en su lista más de 67 países y no tiene intención de parar. Cada vez son más las mujeres, no importa la edad que tengan, que viajan solas o en compañía como Julia del Olmo que estuvo 27 meses de mochilera por América y Asia, o Vero Boned que ha hecho tres grandes viajes de mochilera en solitario.
Videoperiodista, documentalista y aventurero. Entre mayo de 2006 y junio de 2007 realicé uno de los grandes viajes de mi vida: la ruta panamericana. De esta aventura nace el documental “La costura de América” que narra este viaje en solitario de 45.000 kilómetros, realizado íntegramente por tierra y más de 11 meses desde Prudhoe Bay (Alaska) hasta Bahía Lapataia en Tierra de Fuego (Argentina). He trabajado como corresponsal de la Agencia EFE en la India y realizado decenas de reportajes sobre turismo, cultura y sociedad para el canal de televisión español Telecinco. En enero de 2014 estuve nominado en los Premios Goya con mi cortometraje documental "La Alfombra Roja" rodado en un slum de India y que lleva acumuladas más de 130 selecciones en festivales de cine de todo el mundo. Sigue mis viajes en mi blog de viajes o mis redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram y LinkedIn