Cuando Nina y Jon (Viajar con VeoVeo) se lanzaron a recorrer Asia sin billete de vuelta, su hija Bianka tenía 8 años y el todoterreno en el que iban, 20. Durante 14 meses, entre 2014 y 2015, recorrieron alrededor de 30 países por tierra, a través de desiertos, estepas y lugares muy poco transitados.
Partieron en este viaje en familia por Asia sin haber hecho antes ningún viaje de este tipo y sin conocimientos de mecánica. En este viaje, Viajar con VeoVeo a pesar de que no tenían experiencia previa, Nina y Jon se convirtieron en profesores de Bianka con un curso online oficial. Bianka no solo pasó el curso con una media de notable, sino que regresó a casa con muchísimas experiencias inolvidables y con conocimientos que nunca habría adquirido en un aula.
Viajar con VeoVeo: viaje en familia
Si quieres conocer más sobre su viaje, visita la web www.viajarconveoveo.es
Nombre, apellidos, profesión -conocida 😉 a qué dedicáis el tiempo cuando no viajas- y lugar de nacimiento.
Somos una familia de tres miembros. Yo me llamo Jon Vallejo, tengo 44 años y nací en Bilbao, mi mujer Nina Gavril, tiene 37 años y nació en Rumanía y mi hija Bianka Vallejo que tiene 10 años. Yo me dedico a la venta de ropa al por mayor, representante de moda joven, mi mujer es modista y mi hija estudia 4º curso.
Nuestro tiempo libre lo dedicamos a pasear por la zona preciosa de costa bañada por el mar Cantábrico en la que vivimos, que es una reserva de la biosfera que se llama Urdaibai y está junto al pueblito en el que vivimos ahora, también precioso que se llama Ea y a su vez cerca del que hemos vivido durante muchos años, Gernika. Y por supuesto, a disfrutar de la familia y preparar nuevos viajes.
¿Qué os llevó a decidir dejar todo atrás para convertiros en una familia viajando?
VIAJAR CON SEGURO... ¿SÍ o NO?
Si vas a viajar por libre, lo mejor que puedes hacer es contratar un buen seguro de viaje. Mi recomendación es que contrates un seguro de Intermundial, la compañía más experta en seguros de viaje, con quien tendrás asistencia médica y todas tus necesidades cubiertas tanto antes de viajar como en destino.
Desde hace muchos años mi sueño era hacer un gran viaje y no sabía de qué manera. Más tarde me casé y vino la niña. Como pienso que los sueños hay que cumplirlos, al contrario que a la mayoría de gente, la llegada de la niña no supuso ningún problema, no fue un impedimento. La diferencia fue que había que cambiar la forma de viajar buscando una en la que ella se sintiera cómoda y pudiera seguir sus estudios. Leyendo muchos blogs de viajeros, descubrí que la mejor forma de combinar todo y a su vez conocer bien el mundo, a sus gentes y no perder la parte aventurera, era hacerlo por tierra, pero no con un vehículo convencional que te limita a buenas carreteras. La solución fue comprar un vehículo 4×4 pero que a su vez hiciera las veces de vivienda, es decir, como si fuera una autocaravana todoterreno que nos permitiera viajar por montañas, desiertos y carreteras en mal estado no aptas para los otros vehículos.
De esta manera compramos un antiguo Toyota Land Cruiser pick up de 1996 y le montamos un módulo habitable para poder vivir un gran viaje de aventuras. Lo más difícil en estos casos era poner la fecha de salida. Atamos cabos sueltos y cuando Bianka acabó su segundo curso, en junio de 2014, salimos derrapando. La idea era aprovechar el verano, todo el curso siguiente, osea tercero y el siguiente verano. En total 14 meses y llegar justo para que empezara en septiembre de 2015 su cuarto curso. O de nuevo, el cuarto curso en caso de no aprobar el tercero durante el viaje y en el que nosotros debíamos de ser sus profesores.
La intención era dar la vuelta al mundo en 14 meses y por tierra. No mucho tiempo después de empezar el viaje, nos dimos cuenta de que dar la vuelta al mundo en 14 meses era demasiado poco tiempo y decidimos dar la vuelta a Asia y de esta manera conocerla mejor y dejar el resto del mundo para el próximo viaje. Al final recorrimos unos 30 países antes de regresar de nuevo a casa a finales de agosto de 2015.
¿Recuerdas vuestro primer viaje con Viajar con VeoVeo?
Yo desgraciadamente no tuve una familia aventurera y no mamé esto desde pequeñito como otros, así que no puedo contar ningún viaje de mi infancia. Mis primeros viajes un poco interesantes empezaron con mi mayoría de edad. Pero me estoy encargando de que a mi hija Bianka no le suceda lo mismo, jeje…
¿Qué ha cambiado en vuestro yo interior después de este gran viaje?
Después de este viaje, digamos que han cambiado muchas cosas. Quieras o no, somos viajeros de bajo presupuesto y nos amoldamos a cualquier país. Si en algún sitio hay que regatear 5 céntimos porque allí es normal, los regateamos y punto. Nuestro presupuesto es muy limitado y peleamos cada céntimo durante el viaje para que nos llegue, en caso contrario deberíamos volver antes a casa y eso no debería ocurrir. Al viajar en nuestra casa rodante podemos ahorrar mucho en hoteles, comida, transportes etc.
Viajar con VeoVeo: 5 cosas que nunca faltan en vuestra mochila
Como no somos lo que se dice muy mochileros, no podemos decir lo que no debería faltar en nuestra mochila, pero por supuesto una buena crema para el sol dependiendo del lugar al que se viaje, agua, una cámara de fotos y en nuestro caso una de vídeo con la que grabamos todas nuestras aventuras. Claro está que es una mochila de excursión ya que en nuestro caso lo gordo lo dejamos en nuestro Toyota, que por cierto se llama Sabino.
¿Qué tipo de trabajos habéis hecho para ganaros la vida?
De momento no hemos trabajado en ruta. Bueno, en cierto modo sí, ya que nos hemos preocupado en grabar nuestras aventuras con la ilusión de que alguien algún día nos haga caso y podamos hacer algo parecido a un documental. Pero tampoco descartamos trabajar en cualquier cosa para poder financiarnos parte del siguiente viaje.
Después de este viaje en familia por Asia, hemos aprendido a valorar mucho más las cosas y a vivir con mucho menos. Al llegar a casa nos damos cuenta de que nos sobra todo y de que la mayoría de las cosas que tenemos son caprichos totalmente innecesarios. Después de enredar un poco, pusimos un montón de cosas que teníamos en venta. Ahora vivimos mucho más felices.
Cada vez que vamos a gastar algo, por poco que sea, nos miramos Nina y yo a la cara y soltamos lo mismo y a la vez: «¿Sabes cuánto tiempo viviríamos en Asia con esto?» Y nos reímos mucho. Por supuesto, Bianka hace lo mismo y es mucho menos materialista después de ver con lo poco que viven otros niños en países como por ejemplo la India.
¿Algunos momentos que recordéis de felicidad extrema? Esos puntos álgidos de alegría en los que uno se dice a sí mismo: «Por momentos así merece la pena seguir en el camino».
Durante el viaje hemos pasado muchísimos momentos especiales. Lo que sí puedo contar es que desgraciadamente hoy por hoy sólo es noticia lo malo. Sólo tenemos noticias de los malos. Os pongo el ejemplo de los musulmanes. Sólo son noticia los que se ponen bombas atadas al cuerpo y se inmolan matando a toda la gente que pueden. Por esta razón nos da la sensación de que la mayoría son malos y nada más lejos de la realidad. Durante nuestro viaje se han desvivido en ayudarnos y en llevarnos a sus casas e invitarnos a todo lo que podían. Nos ofrecían su hospitalidad y sin querer nada a cambio excepto nuestra compañía. Y no sólo los musulmanes, muchísima gente independientemente de su religión o nacionalidad o la cantidad de dinero que tuviesen. Los ricos nos llenaban las mesas de todo tipo de comidas y los pobres nos sacaban lo poco que tenían.
En ningún momento hemos tenido sensación de peligro y nunca nos han robado. Puedo decir, como la mayoría de los viajeros, que el mundo no es ni mucho menos lo peligroso que nos cuentan. Puedo decir incluso que para nosotros es más peligroso Europa que la gran parte de Asia que hemos conocido. Y por supuesto, si puede haber algún problema, el 99% de las veces va a ser en las grandes ciudades, y nosotros normalmente las evitamos. La gente de pueblo es buena en casi todas partes del mundo.
Ha habido muchos momentos especiales como poder despertarte junto a los nómadas en países como Kirguiztan o Mongolia, o en zonas del Tíbet en China, poblados de Laos, convivir en infinidad de templos de Camboya con sus monjes con sus vestimentas naranjas, o incluso vivir el gran terremoto de Nepal a unos 300 kms de distancia, el cual no nos pilló en Katmandú (Nepal) por sólo 48 horas, o los 15 días que vivimos con una familia que nos invitó a su casa en Bombay (India) y que ahora son casi como de la nuestra propia.
¿Qué sentimientos/reacciones ha despertado vuestro viaje con «Viajar con VeoVeo» en otros viajeros o locales con los que os habéis cruzado?
Hemos conocido a muchos viajeros durante el viaje. Más que ellos de nosotros, creo que hemos aprendido nosotros de ellos, pero sí es verdad que muchos han descubierto con nosotros el hecho de que los viajes que hacen, también se pueden hacer por tierra, que el mundo es grande pero tampoco tanto. Nos hizo mucha gracia cuando llegamos de noche a una famosísima calle de mochileros de Bangkok (Tailandia) que se llama Khao San Road, y en la que aparecieron unos chicos al ver nuestra matricula española y alucinaban en colores de que hubiéramos llegado hasta allí conduciendo y con una niña. Decían que éramos sus héroes… jajaja.
En este tipo de viajes, no te puedes fiar de lo que te diga cualquiera y menos de las páginas de avisos del gobierno español, ya que si lo haces probablemente no salgas de casa. También es verdad que la situación política de estos países, puede cambiar de un día para otro, y el país que hoy es seguro, mañana puede dejar de serlo. Por ello nuestra mejor y más fiable fuente de información en todo momento ha sido la de los viajeros que venían conduciendo como nosotros pero en sentido contrario. De ellos hemos aprendido muchísimo y nos han dado la información mejor y más fresca que hayamos podido conseguir. Por supuesto esta información era un cambio ya que nosotros también teníamos buena información para ellos.
Y la reacción de los locales en la mayoría de los casos era de preocupación por nuestra seguridad al dormir en cierto tipo de lugares y nos aconsejaban o invitaban a dormir en sus casas. En muchos casos, sorprendidos de que apareciéramos en lugares remotos y solitarios, y por supuesto con una niña. La gente piensa que viajar con niños es muy complicado, pero según nuestra experiencia es incluso más fácil ya que la gente al verte con ellos, se fía mucho más y te abre sus corazones al instante.
Tres personas anónimas que os hayan marcado en el camino.
Es difícil elegir sólo a tres personas que nos hayan marcado durante el viaje. En una isla de Tailandia, Ko Samui, conocimos a un señor rico llamado Runne, de Noruega, que nos dejó un apartamento de lujo junto al suyo en una urbanización privada de gente adinerada de su país. Estaba junto a la playa, con piscina y todo tipo de lujos. Nos dejó una moto de las muchas que tenía para conocer la isla y nos trató durante una semana de lujo.
En uno de los templos en los que pernoctamos en Camboya, en Battambang, nos hicimos amigos de un joven monje llamado Seng que nos acompañó a conocer la zona y estuvimos con él varios días. Nos invitaban a comer y nos regalaban frutas todos los días.
O en Bombay la familia india que nos invitó durante 15 días a vivir con ellos. Nos dejaron para nosotros una habitación con aire acondicionado y baño en su propia casa. Nos trataron mejor que en un hotel de 5 estrellas.
Una vez uno se embarca en un tipo de vivencia así queda infectado por el virus del viajero. ¿Qué sensaciones habéis tenido a vuestro regreso al llegar a vuestro hogar? ¿uno termina convirtiéndose en nómada para el resto de su vida?
Una vez de volver del viaje todo se nos hace pequeño, ha cambiado nuestra forma de ver las cosas y sí, por nuestra parte, una vez infectados con el virus del viaje, nos volvemos un poco más nómadas. Además vemos que es posible y muy interesante viajar con niños, y nuestro único pensamiento es preparar un próximo viaje en el cual poder vivir varios años en ruta. Pensamos que nuestro gran viaje no ha hecho más que empezar.
Muchos se preguntan… ¿y el amor? ¿cómo es la vida sentimental de los viajeros?
En nuestro caso en el tema del amor lo tenemos muy claro. Hay muchas parejas que apenas se ven durante todo el año y cuando se van de vacaciones y están juntos durante un largo periodo de tiempo, se dan cuenta de que no se aguantan y se separan. Por supuesto que pensábamos que eso podía pasar pero no te puedes quedar en casa por ese tipo de tonterías. Pues bien, ésta era la prueba de fuego. 14 meses y 24 horas al día juntos. No solamente lo hemos conseguido sino que apenas hemos discutido durante el viaje. Es más, para nosotros, es tan sencillo como que han sido los mejores 14 meses de nuestras vidas. Al llegar a casa nos damos cuenta de que discutimos mucho más y siempre acabamos con un: «¡Hay que marcharse de viaje ya!».
¿Que hay mejor en la vida que ir de viaje en familia con la gente a la que más quieres? Para mí nada… A veces hay gente que en ciertos momentos necesita estar en soledad, pero eso no es siempre así. Si estás a gusto y bien acompañado, ¿por qué buscar la soledad?
¿Qué cosas habéis aprendido con vuestro proyecto Viajar con VeoVeo? ¿y vuestra hija? ¿qué ha cambiado en ella?
La niña ha aprendido muchísimo durante el viaje. Ha aprendido a hablar en bastante inglés, a hacer amigos en cualquier parte del mundo aunque no hablen la misma lengua, a mirar la pobreza o la riqueza de otra manera, conoce muchas culturas diferentes, alimentación diferente, y muchas cosas más. Además, tuvo que hacer un examen de fin de curso en una embajada española, en nuestro caso en Bombay (India), y entre la nota de ese examen y los ejercicios mandados online durante todo el curso, sacó una media de notable. Esto le permitió reincorporarse, ya en casa, sin perder curso, y con sus antiguas amigas de clase. Pienso que los estudios son muy importantes pero que este año la vida le ha enseñado mucho más de lo que aprenderá jamás en el cole.
Hay cientos de personas que no se han animado a viajar por multitud de dudas, miedos, inseguridades, presiones familiares, sociales… ¿Qué les dirías a esos soñadores que viendo tu aventura piensan que no son capaces de hacerlo o que eres un superhéroe?
A toda la gente que no se atreva a hacer un viaje de este tipo, les animo a ello y a no ponerse continuamente excusas. Normalmente se van poniendo todo tipo de ellas hasta que al final ya la última y definitiva es cuando tienen el primer hijo. Esa es la que les lleva a decir cada vez que ven una autocaravana de jubilados: «Eso lo haremos nosotros cuando nos jubilemos y los niños sean mayores», ¡pues no!, que sepan que entonces (esperando que lleguen a esa edad), la siguiente excusa será que tienen que ayudar a sus hijos cuidando de sus nietos. ¡¡SIEMPRE TENDRÁN ALGUNA EXCUSA!!
Hemos conocido a parejas viajando en autocaravana por el mundo con tres niños y durante tres años, parejas con dos niños pequeños dando la vuelta al mundo de mochileros, con todos los libros de estudios de los niños en las mochilas, y un montón de viajeros más con muchos, pero que muchos niños. No es tan difícil… Lo más difícil e imprescindible es poner fecha al comienzo del viaje.
Gracias a todos por seguirnos y si con esto conseguimos convencer a una sola persona a que realice el viaje de su vida, nos damos más que por satisfechos, y si es una familia mejor que mejor. Estamos empezando con nuestro blog. Es posible que en un principio esté un poco verde, pero con vuestras visitas y con que nos hagáis llegar vuestras dudas o cualquier idea, estamos seguros de que podremos hacer algo muy interesante y con mucha información.
Un abrazo muy fuerte de Bianka, Nina y Jon.
Viajar con VeoVeo contó su experiencia viajando en familia el sábado 28 de mayo en las IV Jornadas IATI de Grandes Viajes de Madrid (28 y 29 de mayo de 2016). ¿No pudiste acudir al evento? Suscríbete al canal de Youtube de Mochileros TV y podrás ver todas las charlas gratis en diferido →→→ ¡QUIERO SUSCRIBIRME!
Videoperiodista, documentalista y aventurero. Entre mayo de 2006 y junio de 2007 realicé uno de los grandes viajes de mi vida: la ruta panamericana. De esta aventura nace el documental “La costura de América” que narra este viaje en solitario de 45.000 kilómetros, realizado íntegramente por tierra y más de 11 meses desde Prudhoe Bay (Alaska) hasta Bahía Lapataia en Tierra de Fuego (Argentina). He trabajado como corresponsal de la Agencia EFE en la India y realizado decenas de reportajes sobre turismo, cultura y sociedad para el canal de televisión español Telecinco. En enero de 2014 estuve nominado en los Premios Goya con mi cortometraje documental "La Alfombra Roja" rodado en un slum de India y que lleva acumuladas más de 130 selecciones en festivales de cine de todo el mundo. Sigue mis viajes en mi blog de viajes o mis redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram y LinkedIn