Explorar la naturaleza es desnudar nuestros sentimientos primitivos, es volver a sentirnos parte de lo que realmente fuimos una vez. Significa entrar en armonía con el medio que nos rodea y vincular nuestro espíritu a la realidad más pura: la madre naturaleza.
Cuando llegué a Sudáfrica en el año 2011, me quedé a vivir. La percepción que tenía de la vida cambió para siempre, al igual que las prioridades. Viviendo en Ciudad del Cabo aprendí a tener más con menos, a reír más alto y por más tiempo. Aprendí a disfrutar de los pequeños detalles de la vida, como los atardeceres rojizos, la inmensidad de sus paisajes, la naturaleza, la vida salvaje y las personas. Volví a interactuar con personas de una forma diferente, a escuchar atentamente, a saludar a desconocidos en la calle, pero sobre todo, aprendí a desaprender, y es que en África no solo no se olvida, sino que te purifica, te atrapa, te enamora para siempre.
La ventaja de vivir en Sudáfrica es que aprendes dónde ir, sabes dónde se ocultan los lugares más íntimos, dónde la naturaleza esconde su magia a visitantes y turistas esporádicos. Esos lugares a los que se pueden llegar por casualidad, preguntando a locales o viajando muy lejos, a algún sitio remoto, saliendo de las carreteras convencionales. Esos secretos son tan valiosos que solo se pueden compartir con unos pocos. Esta vez, voy a hacer una excepción, voy a compartir un secreto con vosotros, os hablaré del West Coast National Park de Sudáfrica.
Desde Ciudad del Cabo se tarda 1 hora y media en llegar por la R27, la carretera atlántica que desaparece a través del horizonte infinito hasta llegar a la gran Namibia. Mientras miro por el retrovisor la ciudad se va quedando más pequeña a mis espaldas y me adentro en la naturaleza. La primera vez que llegué al West Coast National Park me quedé sin voz, fue amor a primera vista.
VIAJAR CON SEGURO... ¿SÍ o NO?
Si vas a viajar por libre, lo mejor que puedes hacer es contratar un buen seguro de viaje. Mi recomendación es que contrates un seguro de Intermundial, la compañía más experta en seguros de viaje, con quien tendrás asistencia médica y todas tus necesidades cubiertas tanto antes de viajar como en destino.
Se respira aire puro, el viento del Atlántico sopla fuerte. La bienvenida es siempre inolvidable: avestruces, babuinos negros, ñus, antílopes elands, kudus, alcélafos, bonteboks y cebras nos observan mientras pastan a sus anchas respetándose entre las diferentes especies, parece que tienen establecido un código ético de convivencia, sin duda residen en paz y armonía. También se pueden encontrar animales como el Caracal o la Mangosta gris del Cabo, estos últimos más difíciles de observar y muy esquivos para el hombre.
LANGEBAAN LAGOON
En el corazón del West Coast National Park se encuentra la laguna de Langebaan. Fue formada en la época de la prehistoria durante la subida y bajada de los niveles del mar. A diferencia del resto de lagunas, que suelen estar formadas por agua salada y agua dulce de los ríos, Langebaan está formada únicamente por agua salada.
Para llegar a ella hay que conducir a través del parque nacional durante un buen rato, y con precaución, ya que se puede cruzar cualquier animal, especialmente tortugas anguladas, especie común que es muy fácil de ver. También hay que tener cuidado con las serpientes, especialmente con las víboras Puff Adder y Cobras del Cabo que cruzan los caminos con sigilo y podrían ser atropelladas.
La laguna de Langebaan tiene más de 26 kilómetros de largo y 15 kilómetros de ancho. Su color es azul turquesa con toques verdosos, sin duda hacen que sea única e inigualable en belleza. Siempre se muestra majestuosa, estática, dando equilibrio a los colores del paisaje e invitando al espectador a disfrutar del entorno.
West Coast National Park es un sitio con una naturaleza vibrante. Hay más de 300 especies de aves, y se puede disfrutar de uno de los mayores espectáculos de la naturaleza en el mundo: se concentra el mayor número de flores salvajes del planeta tierra en primavera (Agosto y Septiembre).
Desde Namaqualand, una de las regiones más áridas del noroeste de Sudáfrica, hasta el West Coast National Park, los paisajes se cubren de un inmenso manto multicolor, radiante de vida, sin duda un espectáculo digno de ver. No dejéis Sudáfrica fuera de vuestra lista de países para visitar, sin duda, es uno de los países más extraordinarios del mundo y uno de los países con mayor biodiversidad del planeta.
Empecé fotografía y a viajar en el año 2011 cuando me fui a vivir a Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Allí viví 3 años rodeado de naturaleza y tuve la oportunidad de viajar a Namibia, Botsuana, Zimbabwe, Zambia, Tanzania, Lesotho y Sudáfrica. Sin duda África dejó una huella imborrable en mi corazón, cambiando mi forma de sentir y afrontar la vida. Mi pasión es viajar a parques nacionales y lugares remotos, observar la vida salvaje, buscar sitios perdidos y fotografiar lo que mis ojos ven, para transmitir al observador el valor, la belleza y los secretos de las culturas y la naturaleza. Os invito a seguir mi trabajo fotográfico de naturaleza y vida salvaje en mi página web: www.josecarpin.com
