Fuerteventura, la isla del viento, de molinos y faros, de volcanes dormidos y montañas mágicas, un destino de grandes contrastes, remanso de paz, la playa de Canarias. En este artículo te detallaré todo lo que necesitas saber para conocer 30 lugares que ver en Fuerteventura.
¿Dónde está Fuerteventura? Esta isla forma parte del Archipiélago Canario compuestos por las islas de Lanzarote, La Graciosa, Gran Canaria, Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro. Se encuentra a unos 2100 kilómetros de la Península Ibérica.
Esta isla, geológicamente hablando, es la más antigua del archipiélago canario con más de 20 millones de años. Le sigue a la par su vecina Lanzarote y, con edades que oscilan entre 8,5 y 14,5 millones de años, luego vienen Gran Canaria, Tenerife y La Gomera. Desde 2009 Fuerteventura fue declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco.
Todo lo necesario para este viaje lo he reservado en la web de Atrápalo: hotel en el sur de la isla, alquiler de coche y el vuelo a Fuerteventura. Tienen buenos paquetes vacacionales con todo tipo de opciones a precios muy competitivos.
Para que te hagas a la idea de las dimensiones y forma de este isla, nada mejor que echar un vistazo al mapa de Fuerteventura.
Qué ver en el Norte de Fuerteventura
El norte de Fuerteventura tiene sitios espectaculares, rincones pintorescos e iconos como el Parque Natural Dunas de Corralejo. Las tonalidades, colores y texturas de esta parte de la isla oscilan del azul turquesa al marrón rojizo del Calderón Hondo, del blanco nuclear de la Playa de las Palomitas al dorado de la arena del primer lugar que vamos a visitar.
Parque Natural Dunas de Corralejo
Uno de los imprescindibles de este viaje a Fuerteventura es el Parque Natural Dunas de Corralejo, el mayor campo de dunas de las Islas Canarias con más de 2600 hectáreas. Un espacio acariciado por el Océano Atlántico con una amplia gama de azules -cielo, turquesa, marino- donde desconectar, encontrar la tranquilidad en playas como la Playa del Moro, Playa El Bajo Negro, Playa del Rosadero… o buenas rachas de viento si practicas kitesurf o windsurf.
El viento constante y una temperatura cálida convierten a Fuerteventura en uno de los mejores sitios del mundo para disfrutar de estos deportes acuáticos.
En algunas playas encontrarás esta especie de «fortificaciones» circulares o semicirculares de piedra cuya finalidad es protegerte del fuerte viento mientras tomas el sol.
Esta franja costera de 2,5 por 10,5 kilómetros está ubicada en el nordeste de Fuerteventura. Te sugiero tomar la carretera FV-1 que conecta Puerto del Rosario -capital de la isla- con la ciudad de Corralejo y continuar por la FV-104 que bordea la costa hasta adentrarse en el parque natural.
Desde aquí se divisan los 312 metros de altura del volcán Montaña Roja que es posible subir por senderos marcados para disfrutar de una panorámica extraordinaria.
Que ver en Corralejo: Visita Isla de Lobos
Desde el puerto de Corralejo, la principal ciudad del norte de Fuerteventura, parten los barcos o zodiacs motorizadas que te llevan a la Isla de Lobos. Solo unas pocas compañías con permiso ofrecen este servicio. Puedes reservar online tu plaza con salidas a las 10:00, 11:00 y 13:30. Recuerda que tienes un tiempo limitado para visitar este parque natural que suele ser de unas 4 horas así que tendrás que decidir cómo emplear tu tiempo.
Este islote toma su nombre de las focas monje -lobos marinos- que habitaron sus costas hasta no hace mucho tiempo. La Isla de Lobos tiene tres puntos importantes que visitar: La Caldera (a unos 40 minutos desde el embarcadero), el Faro Martiño (a unos 50 minutos) y El Puertito (menos de 10 minutos).
Se puede hacer una ruta circular pasando por las faldas del volcán La Caldera -si decides subir los 127 metros de desnivel te llevará mínimo una hora y media en subir y bajar-, llegar al faro y regresar pasando por el pueblito pesquero El Puertito. Consejo: lleva gorra/sombrero, crema de protección solar y agua/comida porque no hay sombras ni servicios para los turistas. ¡Recuerda dejarlo todo como lo encontraste!
Declarada Parque Natural desde 1982, la Isla de Lobos también tiene algún arenal donde puedes relajarte como la Playa de la Caleta o la Playa de la Concha de Lobos. De la excursión por este espacio natural protegido de singular belleza y muy bien conservado me encantó llegar hasta Faro Martiño. Este faro tuvo farero hasta 1968. Desde aquí, en días despejados, podrás ver con claridad la isla de Lanzarote y una perspectiva diferente del interior de la isla.
Playa de las Palomitas (PopCorn Beach)
En gran medida Instagram hizo viral a la Playa de Palomitas, de las «roscas» (para los canarios de Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa) o Playa de las Cotufas, en canario para los habitantes de Tenerife, La Palma, Gomera y El Hierro. Ubicada en la costa norte de Fuerteventura, el éxito en promoción para la isla también ha generado un gran peligro para este ecosistema único.
Las redes sociales se inundaron de innumerables imágenes de este singular arenal con el hashtag #popcornbeach (+15.000 fotos). El nombre original de este espacio natural situado en el municipio de La Oliva es Playa del Bajo de la Burra. Encontrarás el suelo repleto de «palomitas de maíz», bueno, en realidad de un tipo de algas marinas denominadas rodolitos que inicialmente son de color rojo y con el tiempo se decoloran hasta adquirir su aspecto blanquecino.
IMPORTANTE: Aunque sea tentador, no te lleves ninguna «palomita», si todos los que visitan esta playa se llevasen una, llegará un día en el que desaparecerán. Y no es un futurible, se estima que los visitantes se llevan más de diez kilos semanales de estas algas calcáreas, algo que es ilegal y está prohibido la Ley de Costas. Es una acción individual de turismo responsable y sostenible.
¿Cómo llegar a la Playa de las Palomitas de Fuerteventura?
No tiene pérdida. Puedes acercarte por la pista de terracería -recuerda no circular muy rápido- que parte desde la localidad de Corralejo o bien llegar por el oeste desde el pueblecito pesquero de Majanicho. En Google Maps está marcado como «C. Majanicho» (Camino Majanicho).
Majanicho
Muchos pueblos de Fuerteventura suelen ser los grandes olvidados en los circuitos turísticos. A mí me gusta mucho conocer rincones que suelen estar «fuera de ruta» ya que los considero una parte importante de la identidad de un destino. Tranquilidad, sosiego, soledad… son algunas de las sensaciones que experimenté aquí. Un pueblo que ese día estaba solitario, callado, aislado, dormido. No había ni un alma.
En Majanicho todo el mundo se conoce. Verás instaladas entre las rocas algunas mesas y banquetas, prácticamente dentro del mar -salvo con marea baja-. Los locales las utilizan para comer, tomarse una copa o limpiar el pescado fresco.
Majanicho es un apacible y original pueblo de pescadores alejado de todo. Tanto que no tiene ni tiendas, ni restaurantes. Probablemente la limitada presencia de turistas es lo que le da al pueblo un aire muy particular. Date un paseo por la pequeña bahía mientras disfrutas de la brisa marina, las barcas de pescadores mecidas por el mar y sitios tan pintorescos como la pequeña iglesia de Nuestra Señora del Pino. La población más cercana es Lajares.
Calderón Hondo
Entre las actividades de turismo activo que hacer en Fuerteventura en esta zona de la isla, la ruta a pie para visitar el cráter del volcán Calderón Hondo es apta para todos los públicos. Como no hay sombra a lo largo de todo el recorrido es imprescindible que lleves tanto gorro/sombrero para cubrir tu cabeza, suficiente agua y protección solar.
El punto de partida de este sendero -FV-2- de unos 5 kilómetros se encuentra en el pueblo de Lajares, concretamente en este punto de Google Maps denominado «Start of hiking Lajares». Justo ahí puedes intentar aparcar tu coche y emprender la marcha al inicio por un terreno llano de malpaís (rocas volcánicas con aristas pronunciadas y poco erosionadas).
El Calderón Hondo es uno de los siete volcanes del Bayuyo -Las Calderas, Caldera Encantada, Caldera Rebanada, Calderón Hondo, Montaña Colorada, Montaña de la Mancha, Montaña de Lomo Blanco y Bayuyo-, una alineación de unos 4,5 kilómetros de volcanes inactivos que surgieron en la misma época y que, en dirección norte, alcanza hasta la Isla de Lobos. Este hermoso volcán con más de 50.000 años de antigüedad tiene una altitud de 278 metros y un gran cráter de 70 metros de profundidad. Desde aquí podrás disfrutar de una excelente panorámica de Fuerteventura.
Faro del Tostón
¿Más lugares donde ir en Fuerteventura? A tan solo 15 minutos en coche desde Lajares y 5 kilómetros al norte de El Cotillo, puedes acercarte al Faro del Tostón. Este faro se yergue sobre un terreno agreste donde el océano bate con enorme fuerza contra los escollos volcánicos. Junto con el Faro Martiño del que te he hablado en Isla de Lobos, y el de Pechiguera (Lanzarote), los tres forman un triángulo ideado para señalar el camino a los barcos a su paso por el Estrecho de la Bocaina, que separa las islas de Fuerteventura y Lanzarote.
Cueva del Llano
En esta guía de Fuerteventura también he querido incluir la Cueva del Llano o Cueva de Cho que se formó tras la erupción del volcán de Montaña Escanfraga hace más de 800.000 años. Actualmente se encuentra cerrada al público desde hace años por un derrumbe pero puedes visitar el centro de interpretación donde aprenderás sobre el origen volcánico de la isla, cómo se formó esta cavidad así como la fauna -la pequeña araña Maiorerus randoi- y flora que habitan en ella. Hay un parking junto al acceso a esta oquedad volcánica donde puedes dejar el coche.
Molinos de Villaverde
Viento y molinos -y molinas, luego te cuento- es un binomio bien avenido. Hacer turismo en Fuerteventura sin visitar algunos de los molinos más representativos de la isla sería un pecado. Se estima que en Fuerteventura existen unos 1.000 de los que 800 estaban dedicados a la extracción de agua y unos 200 a moler cereales. La harina que se obtenía al moler el trigo o maíz se conoce en Canarias como gofio, uno de los productos más típicos de Canarias. Los fotogénicos Molinos de Villaverde datan de los siglos XVIII y XIX y han sido declarados -como no podía ser de otra manera- Bien de Interés Cultural.
Su característico perfil es parte importante de la fisonomía del paisaje majorero y han sido testigo del progreso de Fuerteventura. Disfruta de uno de los mejores escenarios para hacerte fotos para tus redes sociales. ¡Vas a llenar tu galería con unas cuantas!
La Oliva
La Oliva es el segundo municipio más extenso de Canarias y el segundo más poblado de Fuerteventura. En sus lindes se encuentran espacios de gran valor natural y paisajístico como la montaña de Tindaya, el Parque Natural Isla de Lobos, las playas de El Cotillo o el Parque Natural Dunas de Corralejo.
La localidad de La Oliva con unos 20.000 habitantes es un destino con una extensa oferta de restaurantes tradicionales donde probar la mejor gastronomía majorera. ¿Qué platos son los más representativos? La carne de cabra, el frangollo, el queso majorero, las lapas, el gofio, las papas arrugás con o sin mojo… Con el estómago contento y el apetito saciado, pásate a conocer la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria con su singular torre-campanario en cantería.
La Casa de los Coroneles es un edificio señorial del siglo XVII que fue construido por la familia Cabrera Bethencourt. En este lugar se suele celebrar todos los martes y viernes de 10 a 14:00 horas el Mercado de las Tradiciones o Mercado de Artesanos con unos 15 puestos donde puedes comprar productos de cercanía como frutas y verduras, quesos, carne de cabra y cerdo, mermeladas artesanales y pescado fresco. Todos los productos kilómetros 0 son en su mayoría ecológicos.
Este edificio es una de las piezas arquitectónicas más relevantes del patrimonio canario y suele ofertar en su programación todo tipo de actividades culturales como exposiciones, conciertos….
La Casa de los Coroneles tiene algunas estancias aledañas semiderruídas muy fotogénicas con la Montaña del Frontón de fondo donde verás a buen seguro un montón de ardillas morunas. Esta especie invasora en Fuerteventura, aunque a primera vista parezca simpática e incluso temeraria por la proximidad con los humanos, es un peligro para biodiversidad de la isla. Algunas estimaciones calculan que existen más de un millón de ellas. Consejo: no les des de comer nada, si haces eso contribuyes a la propagación de esta plaga.
Montaña Sagrada de Tindaya
La Montaña Sagrada de Tindaya, conocida también como Montaña Grande, está situada en la Llanura de Esquinzo y es Espacio Natural Protegido desde el año 1987. Los antiguos aborígenes isleños consideraban Tindaya como una montaña sagrada y mágica donde realizaban rituales para invocar a la lluvia, predecían la llegada de los solsticios o adoraban a los astros. En sus laderas los arqueólogos han catalogado más de 300 grabados rupestres, muchos de ellos en forma de pies de entre 17 y 34 centímetros, que atestiguan la importancia de esta forma geológica.
La erosión causada durante millones de años por el viento y las condiciones meteorológicas han dibujado la silueta de una montaña que es un referente en Isla de Fuerteventura. No está permitido ascender a Tindaya pero dispones de varios senderos para pasear por sus alrededores y admirar la fauna y flora autóctona.
La Casa Alta de Tindaya -recibe su nombre por ser la primera vivienda de dos alturas construida en el pueblo- acoge el centro de interpretación para profundizar en las leyendas y misterios de esta montaña mágica o conocer detalles sobre el polémico proyecto Monumento a la Tolerancia que Eduardo Chillida quiso llevar a cabo en este volcán sagrado. El artista vasco pretendía perforar la montaña de Tindaya para crear en su interior un espacio cúbico de 40 por 40 metros para hacer un Monumento a la Tolerancia. Consulta en internet para confirmar si está abierta o no ya que ha tenido algunos cierres temporales.
A pesar de su poca altitud (400 metros) desde su cima se pueden apreciar en días con buena visibilidad otras grandes montañas de las Islas Canarias como El Teide (Tenerife) o el Pico de las Nieves (Gran Canaria).
Monumento a Miguel de Unamuno
En el antiguo volcán de tonos rojizos, la Montaña Quemada, y a muy pocos kilómetros de Tindaya, salta a la vista el solitario monumento de 7 metros de altura dedicado al escritor y filósofo Miguel de Unamuno, desterrado en Fuerteventura durante cuatro meses menos tres días en 1924. Esta «forzada visita» de un intelectual fue todo un acontecimiento para la burguesía de la isla. El lugar donde se encuentra -buscado seguramente- transmite la dureza emocional que puede generar un destierro. Esta escultura del artista Juan Borges Linares se inauguró en el año 1981.
Qué ver en el Centro de Fuerteventura
Fuerteventura es la isla más larga del archipiélago canario y la segunda en superficie (1659,74 km²) por detrás de Tenerife. Hemos recorrido algunos puntos de interés en la parte norte -siempre quedan pendientes para una segunda y tercera visita-, y todavía queda mucho por descubrir de esta isla empezando por su capital: Puerto del Rosario. ¡Hay mucho y muy interesante que hacer en Fuerteventura!
Puerto del Rosario
La capital de Fuerteventura no siempre tuvo este bonito apelativo que lleva gracias a su patrona: Nuestra Señora del Rosario. En tiempos de la Conquista, esta ciudad, que en la actualidad cuenta con más de 40.000 habitantes, se llamaba Puerto Cabras, en clara referencia a la numerosa presencia de este animal en la zona. Para algunos el término resultaba despectivo por lo que se votó cambiarlo. Entre los nombres que se barajaron estaban Puerto Victoria o Puerto Luis, aunque finalmente, tras consultarlo con las autoridades religiosas, se acordó su nombre actual.
Puerto del Rosario es una ciudad que se caracteriza por sus casas encaladas -algunas de ellas sirven de lienzo para bonitas obras de arte urbano-, un Parque Escultórico que cuenta con más de 150 esculturas repartidas por toda la ciudad, la representativa Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, Playa Blanca que cuenta con el distintivo de Bandera Azul o la urbana Playa de los Pozos o Playa Chica.
En Puerto del Rosario no te puedes perder la visita a la Casa Museo de Miguel de Unamuno. En este lugar -el antiguo Hotel Fuerteventura- vivió el célebre escritor español durante su destierro en la isla de Fuerteventura en el año 1924. El dictador Primo de Rivera decretó un 20 de febrero de ese año la suspensión de la cátedra de griego que Unamuno ejercía en Salamanca así como su destitución como rector de esta Universidad. Tras su salida de la isla, el escritor no rompió sus lazos de amistad y mantuvo correspondencia por carta con amigos como Castañeyra a quien escribió: «Me preocupa mucho esa Isla, me preocupa mucho lo que tengo que hacer para pagarle mi deuda de gratitud».
Un 9 de julio de 1924, Unamuno caminó 3 kilómetros de Puerto Cabras a Caleta de Fuste para embarcarse en el L’Aiglon, barco que le llevaría a Gran Canaria y de allí en el vapor Zeelandia hasta Lisboa con destino al puerto francés de Cherburgo. A bordo escribió este precioso poema:
«Raíces como tú en el Océano
echó mi alma ya, Fuerteventura
de la cruel historia la amargura
me quitó cual si fuese con la mano»
(De Fuerteventura a París)
Unamuno soñó con ser enterrado en la Montaña Quemada en Tindaya aunque descansa en el cementerio de Salamanca. En la Casa Museo puedes ver las habitaciones que utilizaba Unamuno así como la cocina, su escritorio, su cama o el salón. El museo abre de lunes a viernes de 9 a 14:00 horas y cierra los fines de semana.
Molinos de Tefía
La Ruta de los Molinos de Fuerteventura tiene una parada obligatoria en el histórico pueblo de Tefía. Destacan en el panorama las montañas de La Fortaleza y Facay con una llanura que en tiempos pasados tuvo su esplendor agrícola. Además de sus populares molinos, si tienes tiempo pásate unos minutos por la Ermita de Tefía de principios del siglo XVI.
Los molinos sobreviven en los campos majoreros al inexorable paso del tiempo desde la época en la que llegaron los conquistadores (siglo XV) mientras son un atractivo turístico que aporta visibilidad al destino, son seña de identidad igual o más que sus playas y son parte indispensable del patrimonio cultural e histórico de esta isla canaria. El señor Molino de Tefía junto con la Molina, y otros 21 artilugios de viento, fueron declarados por el Gobierno de Canarias como Bienes de Interés Cultural.
Este Molino de Tefía, por ejemplo, sufrió hace unos años daños en sus aspas por los envites del viento. Gracias al mantenimiento y cuidado de estas estructuras, se ha logrado rescatarlas del olvido y la decadencia para que podamos disfrutarlas con toda su magnificencia y sencillez.
La señorita Molina de Tefía está ubicada junto a la carreterea FV-207 en el Tablero del Morrito, al norte del Ecomuseo de La Alcogida. Tristemente sufrió un incendio que destruyó las estructuras de madera pero por fortuna hoy podemos disfrutar de todo su esplendor gracias a las labores de restauración. A diferencia del molino que, como te comentaba anteriormente, fue invento de tierras castellanas, el diseño de la molina es puramente canario.
¿Quieres saber más sobre cómo son, su importancia para la agricultura de Fuerteventura y cómo funcionan por dentro? Visita el Centro de Interpretación de los Molinos que encontrarás en el Molino de Tiscamanita que data de finales del siglo XVIII (Calle La Cruz sin número). Confirma los horarios de apertura en el teléfono (+34) 928 164 275.
Ecomuseo de La Alcogida
En este Ecomuseo de la Alcogida se ha recreado la vida y oficios tradicionales majoreros (alfarero, cestero, panadero, escultor de piedra…) con la restauración de siete casas autóctonas, infraestructuras de otra época como un molino de tracción animal o el horno de cal que ves en la imagen o tierras de labranza a la antigua usanza. A lo largo de las diferentes edificaciones, el museo recrea la difícil vida del campo del siglo XIX con representaciones de cómo vivía la gente humilde y adinerada de la isla. El Ecomuseo de la Alcogida no es solo cosa del pasado, ¡también puedes ver cómo trabajan artesanos de hoy en vivo y en directo! Desde la artesanía del calado con su variedad local conocida como el redondillo majorero hasta aprender los entresijos de la viticultura tradicional de Fuerteventura con catas y cursos.
Molino de los Llanos de la Concepción
Cuando uno conduce entre un punto y otro, también debe fijarse a ambos lados de la carretera. Siempre puede haber una vista inesperada, un paisaje sorprendente, un lugar que no está en las guías pero que merece uno minutos. Es lo que tiene viajar a Fuerteventura. Así me sucedió con el Molino de los Llanos de la Concepción. Puede que no sea ni el más antiguo ni el más visitado, pero la composición que creaba con el paisaje y un «molinillo» metálico (Aeromotor Chicago) junto a la carretera me pareció una instantánea diferente.
Miradores de Fuerteventura
Puede que Fuerteventura no sea una isla de grandes alturas pero sí de grandes miras. Tiene puntos estratégicos desde donde admirar panorámicas con ingredientes propios. Aquí te muestro algunos encuadres de algunos de los miradores de Fuerteventura más representativos. Si conoces alguno que no tuve tiempo de ver, recomiéndamelo en un comentario en este artículo.
Mirador Corrales de Guize
También conocido como el mirador de Guise y Ayose desde donde podrás admirar una impresionante panorámica del Valle de Betancuria y de Santa Inés. Dos estatuas gigantes de bronce de 4 metros de Guise y Ayose vigilan este paso de viajeros en la carretera FV-30 que llega hasta Betancuria. Tienes un pequeño parking donde dejar el coche para disfrutar de las vistas y seguir camino.
Los antiguos reyes de Fuerteventura regentaban dos reinos: Guise – Maxorata (norte y centro de la isla) y Ayose – Jandía (sur). Con la llegada de los conquistadores en 1405, ambos entregaron sus hombres a las órdenes de los invasores por consejo de la vidente Tibiabin y de su hija Tamonante, muy influyentes en la sociedad maja de la época.
Mirador de Morro Velosa
Si subes desde Antigua, el cruce para subir al Mirador Morro Velosa te queda a mano izquierda antes de llegar a las estatuas de Guise y Ayose, mientras que si subes desde Betancuria, tendrás a mano derecha la carretera que sube a este otro mirador. La instalación que hay en el mirador a fecha de escritura de este artículo está cerrada pero puedes gozar de las vistas igualmente.
IMPORTANTE: El acceso está limitado en horario de 8 a 18:00 horas. Pasada la hora de cierre no se hacen responsables de los vehículos que queden en el interior del parking.
Mirador Las Peñitas
La excursión al Barranco y Arco de las Peñitas de Fuerteventura es una de las que tengo anotadas para mi próximo viaje a Fuerteventura. Aunque no pude conocer todo lo que tiene para ofrecer este sendero de interior que discurre entre Vega de la Peña y el Buen Paso, desde este mirador a 338 metros de altitud tienes al menos la opción de hacer una idea sobre este oasis verde en medio del desierto que me recuerda a paisajes que he visto en Marruecos. Al fondo se puede observar la Presa de las Peñitas y la Montaña de la Atalayeja o Teta de la Vieja, el Pico de la Muda (526 mt) o especies de aves como cuervos, aguilillas, cernícalos o gorriones morunos. La Ermita de la Virgen de la Peña en Vega de Río Palmas tendrá que ser otro año. La guinda del pastel es el Arco de las Peñitas, una espectacular maravilla natural.
En muchos puntos de la isla verás este tipo de carteles que advierten sobre la proliferación de este roedor no endémico de Canarias y que está causando problemas a cultivos, plantas y animales nativos. No las alimentes y mucho menos transportes este tipo de animales a otra isla. Puede que parezca una obviedad pero si la señal está es porque sucede más a menudo de lo que crees.
Mirador del Risco de Las Peñas
Desde el Mirador de Las Peñitas hasta este punto la carretera se vuelve sinuosa con curvas retorcidas y la altitud se eleva hasta los 426 metros. No es de extrañar que veas muchos moteros parados o circulando por este tramo ideal para los amantes de las dos ruedas. Este mirador divide los municipios de Pájara y Betancuria, verás el correspondiente hito en el parking del mirador. Puedes ver el paisaje desde el mismo aparcamiento o caminar un poco recto hasta una zona de piedras voluminosas para ver otra vista.
Mirador Astronómico de Sicasumbre
Un mirador muy especial para «cazar estrellas» que ofrece una vista 360 hacia diferentes sectores de la isla. El turismo astronómico en Canarias está en constante crecimiento con unos cielos extremadamente nítidos y el Mirador Astronómico de Sicasumbre fue el primero de una red de miradores en la isla.
El imponente Macizo de Betancuria que se observa hacia el norte debe su nombre a la preciosa Villa de Santa María de Betancuria, capital de Fuerteventura y sede del Cabildo Insular hasta 1834. Este macizo está incluido dentro de un Espacio Natural Protegido con la categoría de Parque Rural.
Puedes observar la Península de Jandía que, en la práctica, engloba todo el Parque Natural de Jandía con sus 57 kilómetros de costa y alguno de los picos más altos de Fuerteventura como el Pico de la Zarza (807 mt). Jandía hace más de 17 millones de años emergió como un macizo gigante volcánico que alcanzó altitudes cerca de los 3000 metros, actualmente se encuentra desplazado y hundido en el fondo del mar.
También la Montaña Cardón, otra formación geológica divisable desde el Mirador Astronómico de Sicasumbre. En 1994 se incluyó en la lista de seis Monumentos Naturales de Fuerteventura junto con el Malpaís de La Arena, la Montaña Tindaya, la Caldera de Gairía, Ajuy y Los Cuchillos de Vigán. Y no acaba aquí, ¡hasta el itsmo de Jandía! Un estrecho brazo recubierto de jable -arenas. ¿Recuerdas a Guise y Ayose? Desde este mirador se puede apreciar restos de una muralla de piedra seca que atraviesa el itsmo de costa a costa. Podría ser la pared de la que hablan las crónicas antiguas que dividiría los dos reinos de Maxorata y Jandía.
Que ver en Betancuria
La villa de Betancuria fue la primera ciudad de Fuerteventura fundada en 1404 por conquistadores normandos y debe su nombre a uno de ellos, Jean de Béthencourt. Betancuria tiene una gran representación de elementos del Patrimonio Histórico de Fuerteventura; por lo que fue declarada Conjunto Histórico en 1979. Destacan las ruinas del Convento Franciscano de San Buenaventura, el primero que hubo en las islas y desde que se inició y difundió la campaña de evangelización cristiana en Canarias. En él se encuentra la tumba del conquistador español Diego García Herrera que falleció en 1485.
Otros sitios que merecen tu atención son la Ermita de San Diego o la céntrica Iglesia de Santa María de Betancuria que llegó a ser catedral. Dedícate a pasear por las callecitas de uno de los pueblos más bonitos de España y, si es la hora de la comida, aprovecha para degustar platos locales en una terraza.
Pájara y la Iglesia de Nuestra Señora de Regla
Inicialmente no lo tenía en mi itinerario por puro desconocimiento. Pensaba que era un pueblo de paso sin mucha importancia. ¡Craso error! Pájara es un extenso municipio -el mayor de Fuerteventura- que tiene en su lista de atractivos playas paradisíacas, parajes naturales y pueblos encantadores. Recibe su nombre de un característico pueblo con un casco histórico muy bien cuidado y la majestuosa Iglesia de Nuestra Señora de Regla. El portal de la fachada principal tiene un contraste de tonos de la piedra que no había visto nunca en una iglesia.
Qué ver en el Sur de Fuerteventura
Playas kilométricas, faros, lugares remotos… el sitio preferido por los turistas para sus vacaciones en Fuerteventura y para muchos windsurfistas y kitesurfers. Lo mejor de Fuerteventura es que no te la acabas por mucho que sea una isla.
Faro Morro de Jable
Morro Jable es la principal población del sur de la isla donde se encuentran la mayoría de hoteles-resort con todas las comodidades que imagines: restaurantes buffet, piscinas, spa, gimnasio, actividades de ocio… Aunque su población no llega a los 9000 habitantes, tiene un paseo marítimo con carril bici incorporado que bordea la costa donde resaltan dos esculturas: el esqueleto de un cachalote macho de más de 14 metros de longitud y la escultura “Fobos” del artista canario César Manrique.
La oferta gastronómica y de ocio nocturno es de las más completas de Fuerteventura. La Playa del Matorral o la Playa de Jandía son los principales arenales del sur donde dar rienda suelta a lo que siempre has soñado para tus vacaciones en Fuerteventura. Desde Morro Jable puedes hacer excursiones de un día a sitios como la Playa de Sotavento, Faro Punta de Jandía, Playa Ojos, la Playa de la Pared o Cofete.
Playa de Sotavento
Su nombre ya indica que lo que no va a faltar en esta playa es la fuerza de Eolo. Por algo en esta playa del sureste de Fuerteventura se celebra desde hace más de 35 años el campeonato del mundo de kitesurf y windsurf. Puede que pienses que por esta razón la Playa de Sotavento estará plagada de tiendas de estas disciplinas deportivas o de un montón de restaurantes. ¡Pues no! Mantiene su aspecto salvaje y libre.
El viento en Fuerteventura atrae cada año a innumerables locos del windsurf, surf o kitesurf con sus fuertes rachas constantes. Con marea baja se crea una hermosa franja de arena con agua de mar a ambos lados por la que puedes pasear, hacerte unos selfies molones y mojarte los pies ya que la profundidad es baja. Consulta en esta web los horarios de marea baja por día y localización.
Faro Punta de Jandía
No suele estar en los principales listados de lugares que ver en Fuerteventura pero si visitas el sur y tienes tiempo, te recomiendo acercarte hasta Punta de Jandía. Los confines de las islas tienen algo mágico y casi siempre hay un faro de por medio.
No llegarás en 5 minutos por autopista porque el camino es de terracería pero los paisajes marcianos y áridos, el frikismo de El Puertito con sus casitas y caravanas-vivienda y sentirte el último habitante del planeta en el Faro de Punta Jandía son un plus irrechazable. Confía en mí.
Cofete: Pueblo, Playa, Retiro
Cofete es para mi gusto lo mejor de Fuerteventura. Sí, quizás suena exagerado. Es cierto que otros puntos de la isla me encantan pero siempre he tenido cierta predilección por los lugares apartados, los desiertos, los rincones remotos. Y Cofete pueblo y el territorio que lo circunda tienen un aura especial. Y más que palabras, aquí voy a utilizar imágenes que inunden tus retinas de sensaciones. Luego me dices si he logrado inspirarte a cruzar al otro lado de la «cordillera».
Para llegar hasta aquí tendrás que tomar desde Morro Jable la carretera a Punta Jandía que en su mayoría es una camino de tierra sin asfaltar. Tienes que tomar un desvío a la derecha que está señalizado y atravesar un puerto que en algunas curvas -sobre todo al bajar en dirección a Cofete- da cierto vértigo. Te sugiero parar un momento en lo alto del puerto para ver la inmensidad de esta zona y sentir lo que es que el viento te zarandee.
Conduce con cuidado, sin prisa. Cofete Pueblo es un maremagnum de caravanas, «viviendas» poco comunes, furgonetas, coches aparcados… todo en pendiente descendiente, sin urbanizar y en medio de un terreno de malpaís ciertamente inhóspito. Yo me pregunté: ¿quién vendría a vivir aquí?
Lo que si tengo claro es que merece la pena pasar el día disfrutando del pescado fresco y otras delicias que sirven en el único bar que hay en el pueblo y, si tienes un vehículo tipo furgoneta camper, valora pernoctar en el aparcamiento que hay habilitado junto a la playa.
Cementerio de Cofete
Hasta finales del siglo XVIII la Península de Jandía era una zona despoblada, una especie de dehesa a donde los majoreros de la época acudían con el ganado. En 1816 los arrendatarios de esta enorme dehesa establecieron colonos en Cofete dando origen al primer caserío histórico de Jandía con 28 habitantes. Un par de décadas más tarde, en 1938, se escuchó misa por primera vez bajo las advocaciones de San Miguel y San Juan. Es a partir de este hecho que los vecinos de Cofete celebran la festividad de San Juan como fiesta popular con cantos y parrandas.
Este curioso cementerio junto a la playa se creó conforme fueron falleciendo personas que habitaban en la dehesa ya que por la distancia y dificultad de los caminos era muy difícil acudir a Pájara, donde se encontraba el párroco y la parroquia.
Villa Winter
Gustav Winter fue el ingeniero alemán que mandó construir esta siniestra villa en medio de la NADA en 1946. La leyenda transmitida durante décadas dice y asegura que el propósito de colocar este edificio en un lugar tan escondido fue servir como casa de reposo para oficiales de los temibles submarinos nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Resulta inverosímil si tenemos en cuenta que la profundidad de las aguas es escasa en esta región. Sea cierto o no, el caso es que hasta su propio aspecto es muy enigmático y eso es lo que incita a los viajeros a conocerla. Es posible acercarse en coche, aparcar y verla desde afuera. Cuando hice este viaje no era posible visitarla por dentro.
Roque del Moro
Una roca única en un marco incomparable. Un lugar al que muy pocos bajan pero quienes van lo recomiendan. Subiendo desde Cofete Pueblo (desvío a la derecha) o bajando el puerto (izquierda), hay un camino con pendiente que te acerca hacia la costa. No hay parking ni nada que se le parezca, tienes que dejar el coche en una mini llanura pedregosa. De ahí, caminando un poco hacia la playa en diagonal izquierda, verás a lo lejos el Roque del Moro. Si tienes tiempo puedes caminar por la costa y aproximarte más. Es uno de los atractivos naturales del Parque Natural de Jandía entre la punta de Barlovento y el Islote
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