Hace más de dos años que conocimos la historia de Miguel Aza (Madrid) y Julia Silva (Zaragoza), ambos crearon Out The Studio, su estudio nómada de diseño y comunicación, y con él viajaron por Cuba, Sudamérica y el Sudeste Asiático. Son expertos en cómo viajar y trabajar por el mundo.
En Mochileros TV les hicimos esta entrevista en marzo de 2013. Llevaban a sus espaldas 9 meses de viaje y quizá ni ellos mismos eran conscientes de que esa aventura iba a durar cerca de 2 años.
Julia y Miguel practicaron el trueque, intercambiando diseño y creatividad por alojamiento, comida, transporte y experiencias. De esta forma, el diseño y la creatividad, herramientas de comunicación indispensables, fueron accesibles a todo el mundo. Y al mismo tiempo permitieron a Julia y Miguel cumplir su sueño de viajar sin límite de tiempo. La experiencia de Julia y Miguel con Out The Studio y el trueque acabó definiendo su ruta por el mundo durante dos años, pero también acabó redefiniéndolos a ellos mismos como profesionales y como viajeros.
¿Qué os llevó a decidir dejar todo atrás para iniciar vuestro gran viaje?
Conocíamos a personas que habían hecho viajes largos (6 meses, 1 año…). Habían ido y habían vuelto, habían recorrido medio mundo, traían la mochila cargada de historias, y al verlos, te dabas cuenta de que un año en realidad no suponía tanto (más tarde descubriríamos que 2 años tampoco). Por otra parte, teníamos ganas de romper con la rutina y hacer algo propio, tanto laboralmente como personalmente. Lo único que nos hubiera impedido no hacerlo, hubieran sido excusas.
Mientras no viajáis, ¿a qué dedicáis el tiempo? ¿cuál es vuestra profesión?
Nos dedicamos a lo mismo que durante el viaje, los dos somos diseñadores y creativos. La única diferencia es que durante el viaje llevamos una mochila sobre nuestros hombros.
VIAJAR CON SEGURO... ¿SÍ o NO?
Si vas a viajar por libre, lo mejor que puedes hacer es contratar un buen seguro de viaje. Mi recomendación es que contrates un seguro de Intermundial, la compañía más experta en seguros de viaje, con quien tendrás asistencia médica y todas tus necesidades cubiertas tanto antes de viajar como en destino.
Tres lugares a los que regresaríais siempre que pudierais.
En vez de tres, te diremos seis, ya que pensamos que los sitios a los que regresar se dividen en dos grupos.
Por belleza: Parque Nacional Tayrona (Colombia), Machu Picchu y Bagan (Myanmar). Por experiencias y personas: Genting (Pulau Tioman, Malasia), Sagada (Filipinas) y Thakhek (Laos).
«Al volver a tu país de origen todo sigue igual y es ahí cuando te das cuenta de lo mucho que has cambiado. Tu hogar es donde están tus pies, así que ¿por qué no volver a viajar y explorar el mundo?»
¿Recordáis vuestro primer viaje?
Nuestro primer viaje fue a Marruecos en el año 2007. Por supuesto que habíamos hecho otros viajes antes, con familia, amigos… pero el viaje a Marruecos marcó un antes y un después. Supongo que lo disfrutamos tanto que, a partir de ese año, las palabras “verano” y “tiempo libre” significaban “mochila”.
Dijo Abraham Lincoln que lo importante «no son los años de tu vida sino la vida de tus años». ¿Estáis de acuerdo con esta reflexión?
Lo importante es la experiencia vivida durante esos años, ¿no? Aunque eso depende no sólo de lo que hagamos sino de cómo queramos tomarnos lo que hacemos.
¿Qué ha cambiado en vuestro yo interior después de este gran viaje?
TODO ha cambiado (digamos lo que digamos va a parecer muy hippie, lo entendemos). Eso es lo que probablemente pensábamos nosotros cuando escuchábamos historias de las personas que se iban a viajar durante largos periodos de tiempo. La sensación de hacer un gran viaje no puede explicarse, ya que lo que comienza como un viaje o ruta, termina siendo un cambio de estilo de vida y una experiencia muy personal.
Repelente, gafas de buceo, cuerda, linterna y cámara de fotos. Aunque podríamos añadir más cosas fundamentales: taza de hojalata para cocinar y hacerte un café estés donde estés (nunca falla), pinzas de tender (solucionan multitud de apuros), bolis y rotuladores, mosquitera, hamaca, una navaja (indispensable), ¡chubasquero para la mochila!…
¿Qué tipo de trabajos habéis hecho para ganaros la vida?
Uno de los principales objetivos del viaje fue compaginar nuestra pasión con nuestra profesión. Creamos Out The Studio, un estudio nómada de diseño y comunicación que intercambiaba estos servicios por alojamiento, comida, transporte y/o experiencias. El resultado fue sorprende y lo que esta idea nos permitió vivir, lo fue aún más. Trabajamos sobre todo en hoteles, hostales, centros de buceo… ayudándoles en el posicionamiento y en el diseño de sus pequeños negocios.
¿El momento más extremo/peligroso/extraño/paranormal que hayáis vivido en vuestro gran viaje?
Hacer «barcostop» por la cuenca amazónica desde Coca (Ecuador) hasta Iquitos (Perú), perdernos dentro de un barco hundido mientras buceábamos en Filipinas o cruzar fronteras conflictivas son algunos de los momentos más peligrosos de nuestro viaje. Siempre han sido situaciones donde éramos conscientes de donde nos metíamos, pero la experiencia de “sobrevivirlas” nos han hecho sentir más vivos que nunca.
¿Algunos momentos que recordéis de felicidad extrema?
Por suerte, hemos vivido más momentos buenos que malos. Una de nuestras vivencias más importantes la vivimos en Kampung Genting en Pulau Tioman (Malasia). Tras estar allí tres meses, sus habitantes nos hicieron sentir como uno más de la comunidad. Nos ganamos un nombre malayo con el cual el pueblo entero nos conocía, nos enseñaron a comer con las manos con elegancia y llegamos a vivir experiencias que nunca hubiéramos llegado a tener si hubiéramos sido dos turistas más.
¿Cuál es vuestro próximo gran viaje soñado?
Todavía nos queda mucho mundo por ver, pero si nos tuviéramos que decantar por algún destino en concreto, sería algún lugar de África o Asia central. Hay gente que considera la aventura como unas grandes vacaciones.
«Siempre hay un hueco para vivir el amor durante un largo viaje. Viajar con tu pareja es el doble de aventura y una prueba de fuego. O funciona o no funciona»
Estoy seguro de que en vuestro gran viaje tuvisteis que tomaros unas vacaciones dentro del viaje. ¿Fue así? ¿dónde decidisteis tomarte un respiro para reponer fuerzas?
En nuestro caso ocurría algo poco habitual, ya que nuestras “vacaciones” dentro del viaje se daban cuando parábamos a trabajar. De alguna manera, desconectábamos del viaje para asentarnos en algún rincón del mundo, para volver a tener una casa fija, una «familia», una rutina un tanto diferente dentro de la habitual en un viaje. Todos los trueques/paradas que hicimos nos han marcado de por vida.
Tres personas anónimas que os hayan marcado en el camino.
Es difícil seleccionar solo 3 personas dentro de un gran viaje. Podríamos decir que todos nos han aportado su granito de arena. El grupo que formamos durante nuestro viaje por Myanmar nos marcó mucho, también nuestros amigos turcos que conocimos en Latinoamérica, los «moteros», las familias que nos acogieron… Todos nos han enseñado a luchar por lo que queremos, ser amables, humildes y ser felices con lo mínimo posible.
Una vez uno se embarca en un tipo de vivencia así queda infectado por el virus del viajero. ¿Qué sensaciones habéis tenido al llegar a casa? ¿uno termina convirtiéndose en nómada para el resto de su vida?
Al volver a tu país de origen todo sigue igual y es ahí cuando te das cuenta de lo mucho que has cambiado. Muchos de tus conocidos te dicen que es difícil volver y hacerse a la realidad, sin embargo, tu sabes que la «realidad» es un concepto muy efímero. Tu hogar es donde están tus pies, así que ¿por qué no volver a viajar y explorar el mundo?
Muchos se preguntan… ¿y el amor? ¿cómo es la vida sentimental de los viajeros? ¿qué os ha aportado el viaje a vuestra relación de pareja?
Siempre hay un hueco para vivir el amor durante un largo viaje. Viajar con tu pareja es el doble de aventura y una prueba de fuego. O funciona o no funciona. Dicen que la mayoría de las parejas que se separan lo hacen después de unas míseras vacaciones, así que si tu relación sobrevive un largo viaje, se podría decir que has llegado a forjar un vínculo mucho más grande que el amor. Habrás encontrado a una persona en tu vida que, pase lo que pase, recordarás hasta el fin de tus tiempos.
Hay cientos de personas que no se han animado a viajar por multitud de dudas, miedos, inseguridades, presiones familiares, sociales… ¿Qué les dirías a esos soñadores que viendo tu aventura piensan que no son capaces de hacerlo o que eres un superhéroe?
La vida misma se nos escapa nada más nacer y, al fin y al cabo, lo que nos llevamos a la tumba no son los bienes materiales que acumulamos, sino las experiencias que llegamos a vivir. St Augustine dijo: «La vida es un libro, y el que no viaja se queda en la primera página», así que ¿por qué no salir de tu zona de confort y saborear la vida y sus múltiples realidades? Lo que te aportará será mucho más de lo que puede comprar el dinero. Además, el mundo está lleno de gente maravillosa, así que cuidado con los miedos, porque matan a los sueños.
Videoperiodista, documentalista y aventurero. Entre mayo de 2006 y junio de 2007 realicé uno de los grandes viajes de mi vida: la ruta panamericana. De esta aventura nace el documental “La costura de América” que narra este viaje en solitario de 45.000 kilómetros, realizado íntegramente por tierra y más de 11 meses desde Prudhoe Bay (Alaska) hasta Bahía Lapataia en Tierra de Fuego (Argentina). He trabajado como corresponsal de la Agencia EFE en la India y realizado decenas de reportajes sobre turismo, cultura y sociedad para el canal de televisión español Telecinco. En enero de 2014 estuve nominado en los Premios Goya con mi cortometraje documental "La Alfombra Roja" rodado en un slum de India y que lleva acumuladas más de 130 selecciones en festivales de cine de todo el mundo. Sigue mis viajes en mi blog de viajes o mis redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram y LinkedIn