Tras 3 años de vida viajera en pareja, Rubén y Lucía se plantearon sumar un nuevo miembro al equipo y así llegó Koke. Era el momento de empezar viajando con bebé. Cuando cumplió los 5 meses, con el kit básico de vacunas puestas y más miedo que vergüenza, empezaron lo que llamaron el “chincheta trip”: 2 años viajando con bebé, en los que poner chinchetas en diferentes puntos del planeta.
En ese viaje visitaron Tokio, Shanghái, Nueva York, París, Colombia, Sudáfrica, Argentina, Puerto Rico, Frankfurt, Miami, Chicago, San Francisco, la costa oeste de EE. UU., Brasil, Roma, Chile y Cuba. Cada nuevo destino suponía un gran desafío ante sus miedos como padres primerizos y la información que les llegaba desde fuera “hay que estar loco para someter a un bebé a 10 horas de avión”, “lo va a pasar fatal con el jet lag”, “total, si no se va acordar”, “¿y si se pone malo?”, “va a extrañar la comida y su cama”, “un bebé necesita rutinas”….
Estos dos años les han servido para cargarse de razones, dar respuesta a todos esos miedos y reafirmarse en que el mundo es el mejor regalo que pueden darle a su hijo.
Rubén Señor y Lucía Sánchez son dos publicistas que en 2013 decidieron dejarlo todo para irse a cumplir su sueño de dar la vuelta al mundo. En aquel momento, no sabían que ese primer billete de ida a Pekín lo que no tenía era vuelta a su anterior vida. Desde entonces, se han quedado vagando por el mundo y en los últimos dos años han ampliado el equipo viajando con bebé con el nacimiento de su hijo, Koke.
Creadores de los cortometrajes «El Síndrome del Eterno Viajero I y II», varios documentales y el blog de viajes algoquerecordar.com se dedican a inspirar a todos aquellos que sueñan con hacer algo parecido, especialmente en familia, ahora viajando con bebé, bueno, con un niño, que ya ha crecido un poquito.
Rubén y Lucía contaron su historia en Bilbao en el evento de charlas de viaje más importante de España. Conoce más sobre su historia en su página de Facebook, su perfil en Instagram o su cuenta de Twitter.
VIAJAR CON SEGURO... ¿SÍ o NO?
Si vas a viajar por libre, lo mejor que puedes hacer es contratar un buen seguro de viaje. Mi recomendación es que contrates un seguro de Intermundial, la compañía más experta en seguros de viaje, con quien tendrás asistencia médica y todas tus necesidades cubiertas tanto antes de viajar como en destino.
Nombre, apellidos, profesión -conocida 😉 a qué dedicas el tiempo cuando no viajas- y lugar de nacimiento.
Lucía Sánchez Sánchez y Rubén Señor Cruz. Ahora mismo, somos freelance. Cuando no viajamos, hacemos lo posible para conseguir dinero y seguir viajando.
5 cosas que nunca faltan en tu mochila.
La cámara, un disco duro, el ordenador, el móvil y apiretal para Koke.
«Cuando tienes 24 horas para ti, se te ocurren muchas formas de mantenerte viajando. El viaje hace que florezcan tus actitudes y que te des cuenta de dónde y cómo puedes aplicarlas. Así que, lo que diríamos es: «Lánzate… algo saldrá»
Sabemos que durante un gran viaje a veces no tenemos el tiempo necesario para interiorizar o asimilar todo lo que estamos viviendo y a veces, al regresar, es cuando las vivencias comienzan a ordenarse. ¿Qué has aprendido en tu gran viaje viajando con bebé?
Hemos hecho cuatro grandes viajes y de cada uno, nos hemos traído algo. Pensábamos que el primero iba a ser el más chocante, pero cada uno nos ha enseñado muchas cosas. Al principio, todo eran curas de humildad constante. Entendernos más por dentro. Ver el mundo de cerca y el nuestro con más perspectiva. Poco a poco, aprendimos a viajar más lento. A disfrutar más de la gente y prestar menos atención a los lugares en sí. Ahora, es ver el mundo a través de Koke y reaprender de nuevo viajando con él. Se nos acerca más gente y nos paramos delante de cosas en las que antes, ni nos fijábamos. Esto no se acaba nunca.
La vuelta a casa, puede que sea el momento más intenso y a la vez difícil de un gran viaje. ¿Qué recuerdos te vienen de ese instante?
Hemos hecho un pequeño cortometraje sobre ello. Se titula «El síndrome del eterno viajero II». Sin duda, tanto la primera vuelta como la segunda, fueron muy duras para nosotros. Después de la feliz resaca de las primeras semanas, nos inundaba una sensación de rutina increíble. Todo nos parecía monótono. Más de lo mismo. Nada había cambiado y nosotros éramos muy distintos por dentro. Ahora es diferente. Ya hemos asumido la vuelta como parte del viaje. Es una parada más que también nos gusta y la valoramos en su justa medida. Tenemos mucha suerte de tener un lugar al que volver en el que nos quieren y nos echan de menos.
¿Ha cambiado tu forma de pensar sobre la sociedad/el mundo en que vivimos? ¿Cómo te sientes en tu vida cotidiana después de haber vivido lo que has vivido?
De alguna manera, antes todo nos molestaba. Nada funcionaba. Todo se hacía mal. Viajando, nos dimos cuenta de que hay otros muchos problemas en el mundo y que los nuestros, no eran tan graves. Nos preocupan cosas distintas e intentamos hacer un mundo mejor poniendo nuestro pequeño grano de arena y sin escuchar ni leer las «malas noticias» de los telediarios. Se acabó la tele hace tiempo. Afortunadamente. Por eso y por muchas otras cosas, nuestra vida ahora, estemos viajando o no, es mucho más plácida.
¿El momento físico o mental más extremo/peligroso/extraño/intenso/paranormal que hayas vivido en tu gran viaje?
El peligroso, solo ha sido uno: perdernos en la jungla de Taman Negara en Malasia y tener que pasar la noche en la rama de un árbol. Nos pasamos de listos al meternos sin guía allí y tuvimos la suerte de poder salir. Es el momento más peligroso que hemos vivido y… fue por culpa nuestra. El más extraño… quedar a comer con un supuesto seguidor nuestro en Kuala Lumpur y que resultase que se dedicaba a vender armas a gobiernos. El más extremo… pasar 14 horas en tercera clase de un tren chino en plena celebración del Año Nuevo Chino. Donde debían ir sentados 4, íbamos 9 (gallinas incluídas) y la señora de enfrente llevaba su pie descalzo con todas sus uñas apoyada en el asiento entre las piernas de Rubén.
«En un gran viaje más que dinero hace falta usar la imaginación». La pregunta 1000 veces repetida por aquellos que no se han lanzado o tienen miedo es que cuesta demasiado dinero. ¿Qué le dirías a alguien que ahora está soñando con emprender su propia aventura y pone los medios económicos como barrera para hacerlo?
También hicimos un vídeo sobre esto porque nos lo preguntaban mucho: «¿Cómo se puede vivir viajando?». Básicamente, pasa que cuando tienes 24 horas para ti, se te ocurren muchas formas de mantenerte viajando. El viaje hace que florezcan tus actitudes y que te des cuenta de dónde y cómo puedes aplicarlas. Así que, lo que diríamos es: «Lánzate… algo saldrá. Y si no, al menos habrás vivido la mejor experiencia de tu vida.»
Aquellos que nos ven vivir una aventura sea a través de las redes o de un blog muchas veces idealizan el viaje o los destinos, algo a lo que no ayuda a veces redes sociales como Instagram. ¿Qué no te ha gustado de tu experiencia viajando con bebé? ¿Qué cosas, países, personas, sensaciones personales te han dejado una huella negativa?
La verdad es que hace tiempo que decidimos centrarnos en lo bueno que cada lugar nos ofrece y no en lo malo. Ningún sitio es perfecto. Nuestro país tampoco. ¿Por qué íbamos a gastar energías constantemente en comparar y en juzgar todo lo que vemos? Nos pareció que lo mejor era intentar entender lo que nos encontrábamos y disfrutar del camino.
Tres momentos/personas anónimas que se te hayan quedado grabados del camino y por qué. Personas que serán siempre importantes cuando recuerdes tu gran viaje.
Ahí va una frase tan topicazo como real: son tantas que es complicado quedarnos con tres. Pero bueno… van tres.
Mónica Bareiro: una periodista paraguaya que nos escribió cuando vio «El síndrome del eterno viajero I» estando nosotros en Argentina para hacernos una entrevista en su periódico. Fue tanto el cariño recibido del pueblo paraguayo, que en lugar de seguir por Chile como teníamos previsto, fuimos a Paraguay. Allí nos encontramos con ella. Desde entonces, ha venido dos veces a España y nos hemos vuelto a ver en Buenos Aires y hemos viajado juntos por Chile.
Helios: un señor que nos recogió en la carretera en Sumatra bajo un calor asfixiante. Nos invitó a su casa a tomar té y conocer a su mujer. Según nos comentó: «Gracias por vestir como váis, si no, nunca habría podido invitaros». Resulta que el bueno de Helios era musulmán. A su edad y como único sueño que le quedaba, tenía ir a la Meca al menos una vez en la vida (tal y como profesa el Islám). Por su edad y por su tipo de vida y limitaciones, en su cara se podía ver que jamás podría llevarlo a cabo. Tener la certeza en vida de que jamás podrás cumplir un sueño así, nos pareció muy duro.
Los Rawlings: una pareja (australiano él y holandesa ella) que viajaban con sus tres hijas de 3, 5 y 7 años por Australia en caravana y con un perro. Verlas allí tan felices y libres, con aquel brillo en los ojos y tan especiales… hizo que nos planteáramos algo que hasta entonces era un no rotundo: tener un hijo.
¿Qué haces o intentas aplicar para que tus viajes sean responsables y sostenibles con el entorno, las personas, los animales?
Más allá de luchar en la medida de lo posible en la guerra contra el plástico, nunca participamos en experiencias con animales encerrados o que son incitados a acercarse al hombre con comida. En cuanto a las personas, tenemos una máxima y es «deja un bonito recuerdo». Probablemente, esa sea una de las mejores formas para unir culturas diferentes y acabar con todo tipo de prejuicios.
¿Hay otro gran viaje a la vista? ¿O con cuatro ya es suficiente?
Hay varios. Tenemos en mente comprar una camper y viajar por Europa y América; más adelante, nos gustaría recorrer África del Cairo al Cabo; tenemos pendiente volver a Australia a recorrerla en serio, nos gustaría hacer el transiberiano, ir al polo sur… Esa enfermedad, no se acaba nunca, y es muy enriquecedora viajando con bebé.
Videoperiodista, documentalista y aventurero. Entre mayo de 2006 y junio de 2007 realicé uno de los grandes viajes de mi vida: la ruta panamericana. De esta aventura nace el documental “La costura de América” que narra este viaje en solitario de 45.000 kilómetros, realizado íntegramente por tierra y más de 11 meses desde Prudhoe Bay (Alaska) hasta Bahía Lapataia en Tierra de Fuego (Argentina). He trabajado como corresponsal de la Agencia EFE en la India y realizado decenas de reportajes sobre turismo, cultura y sociedad para el canal de televisión español Telecinco. En enero de 2014 estuve nominado en los Premios Goya con mi cortometraje documental "La Alfombra Roja" rodado en un slum de India y que lleva acumuladas más de 130 selecciones en festivales de cine de todo el mundo. Sigue mis viajes en mi blog de viajes o mis redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram y LinkedIn
