Cada viaje es una aventura, y también una oportunidad de vivir experiencias únicas. Lo que nadie se imagina es que a veces esa aventura pueda comenzar de la peor manera posible, sufriendo un robo antes de empezar. No es la parte más amable de los viajes, pero es importante que sepas cómo actuar y qué hacer cuando te roban de viaje.
Ese fue mi caso. Recién aterrizado en el aeropuerto Benito Juárez de la inmensa Ciudad de México con la mochila al hombro, me desplacé al centro para quedarme un hostal en el Zócalo, el corazón de la capital azteca.
Vista de la catedral de CDMX desde el hostal Mundo Jóven
Tras 12 horas de vuelo me registré en el hostal Mundo Jóven Catedral, el cual sería mi base y centro de operaciones para conocer todos los atractivos turísticos que esconde esta bella urbe mexicana. Había llegado de tarde, y aunque cansado y con algo de jet lag, abajo en la recepción conocí a un grupo de gente de muchos lugares del mundo. Ya sabéis cómo son los hostales, a veces una mochila es la mejor carta de visita para hacer amigos.
Espectáculo de lucha mexicana en la Arena de CDMX
VIAJAR CON SEGURO... ¿SÍ o NO?
Si vas a viajar por libre, lo mejor que puedes hacer es contratar un buen seguro de viaje. Mi recomendación es que contrates un seguro de Intermundial, la compañía más experta en seguros de viaje, con quien tendrás asistencia médica y todas tus necesidades cubiertas tanto antes de viajar como en destino.
Enseguida se montó un plan, ir a ver la lucha libre mexicana. Una de las muchas cosas que no te puedes perder estando de visita en la Ciudad de México. Yo apenas me había instalado en mi dormitorio, pero la idea de ir acompañado a ver el show me pareció genial. Rápido armé una mochila con la cámara de fotos y un objetivo para no perder detalle de la que iba a ser mi primera vez en un combate de lucha libre (aunque más tarde descubriría que no permiten introducir cámaras en el recinto y que las mochilas han de dejarse en una consigna). En apenas 10 minutos ya estábamos en camino. A veces la vida de los hostels es así.
Subir al metro de CDMX o el camino más corto para que te roben la cartera
Desde el Zócalo, el lugar donde nos encontrábamos, la manera más fácil y económica de llegar al Arena de México, el pabellón en donde se celebraba el combate, era en metro. No era mi primer viaje y me habían dicho que el metro de Ciudad de México es peligroso y suele haber bastantes robos. Pero íbamos en grupo y estaba mentalizado poniendo los 5 sentidos para evitar cualquier contratiempo.
Lo primero que hice una vez entramos en el metro, fue poner mi mochila hacia el pecho de manera que no la perdiese de vista en ningún momento, para después meterme las manos en los bolsillos para asegurarlos. Recuerdo haber pensado, estoy a punto de entrar en el vagón, ¡atento! De poco sirvió. Al tiempo que las puertas se cerraban tras de mí, sin ni siquiera un momento para acomodarme de pie, una persona que simulaba perder el tren me empujó hasta el fondo del vagón. Mi primer instinto al ver que me iba contra la gente fruto de la embestida, fue el de levantar las manos por educación para no invadir el espacio de las personas y de las mujeres que había.
No hay experiencia que baste contra los carteristas
Y con el vagón ya en movimiento, siento como alguien por detrás con un toque sutil empuja mi cartera del pantalón hacia afuera y cuando hago ademán de mirar, veo que ya no la tengo. En el impasse entre la estación del Zócalo y la siguiente se abren las puertas y veo cómo un hombre escapa corriendo mientras que yo, atrapado por la multitud al fondo del vagón, lo persigo con la mirada y entonces me doy cuenta de que me han robado.
Pasó Todo muy rápido. Sentí mucha frustración. Mientras en el suelo, cayeron otras carteras que también habían sido extraídas de bolsillos ajenos tras la carrera del ladrón, y que quizás por avaricia no habían acertado a llevarse.
Con el vagón de nuevo en movimiento hacia la siguiente estación, intentando digerir lo que acababa de pasar y mirando hacia todas las direcciones con mucha impotencia, pensé que aquella persona no había actuado sola, sino que era un grupo organizado y que posiblemente alguno de los compinches todavía esta allí. ¿Pero qué podía hacer si ellos ya no llevaban nada encima?
El grupo de chicos del hostel me miraba sin saber bien qué decir. Algunos de ellos tuvieron mejor suerte y pudieron recuperar sus billeteras, pero ese no fue mi caso. ¡Genial! -pensé- ¡Apenas llevo unas horas en Ciudad de México y me pasa esto! Lo peor fue darme cuenta de que en la cartera tenía los documentos, el dinero en efectivo y mis dos tarjetas bancarias.
Metro de la Ciudad de México vía Shutterstock
El problema de sufrir un robo de viaje
En un primer momento me sentí con el ánimo tocado. Durante las primeras horas en Ciudad de México parecía que mi viaje se había torcido completamente y no tenía ganas de nada. Viajaba solo, no tenía dinero, ni tampoco ninguna tarjeta de la que echar mano. Todo estaba en la cartera.
Al principio me culpé por ser tan ingenuo y por no estar más atento. Nunca me habían robado. Era consciente de que tenía que haber actuado de manera más precavida. Y empecé a pensar que quizás no tenía ni siquiera que haber ido en el metro en primer lugar, o al menos, haber distribuido el dinero en diferentes lugares dejando una de las tarjetas en el hostal, pero no me había dado tiempo. No pude organizarme con tranquilidad desde que había llegado del aeropuerto y se me pasó.
Pero tras el golpe del robo, vino la bofetada de realidad. Todavía estábamos yendo a la lucha libre, y haciendo cola para comprar los tickets, me doy cuenta que no tengo dinero para la entrada. Y ahí empiezas a ser consciente del problema. No conocía a nadie, sólo había pagado esa noche del hostal y no tenía nada de dinero ni para comer.
Robos en el metro de la CDMX vía Shutterstock
En el viaje siempre hay gente buena
Pero si una cosa me ha enseñado el viaje, es que en las peores situaciones siempre aparece alguien que te ayuda. Allí en la taquilla haciendo cola para ver el show de la lucha, el grupo de gente del hostal que me acompañaba me pagó la entrada. Fue todo un detalle, y aunque no estaba de humor, al final disfruté del espectáculo.
De vuelta cuando llegué al hostal seguía preocupado. Solo había pagado una noche. Estaba sin blanca y con mis tarjetas canceladas. Sabía que me llevaría algunos días resolver el problema. Fue entonces cuando explicando lo sucedido en la recepción del hostal, una chica canadiense que no me conocía de nada me escuchó, y se acercó para darme $500 MXN (unos 23€ al cambio). Me dijo que me preocupase, qué se los devolviera cuando pudiese al final de mi viaje. A parte, el gerente del hostal Mundo Jóven se solidarizó conmigo y me dejó quedarme la noche siguiente sin pagar nada. ¡No me lo podía creer! ¡No sabía ni qué decir! Un grupo de personas totalmente desconocidos me habían salvado el viaje.
Ya mucho más tranquilo con dinero para comer y con una noche más asegurada en el hostal, contacté a mi seguro, el cual me adelantó una cantidad de dinero de forma que no tuviera que cancelar ni posponer mi plan de viaje. Y por eso, decidí escribir un artículo explicando qué hacer cuando te roban de viaje.
¿Qué hacer cuando te roban de viaje?
Mapa de delitos e incidencias en CDMX
Controlar la frustración
Sin duda lo primero que hay que hacer cuando te roban de viaje es serenarse e intentar controlar la frustración. Toca respirar hondo y empezar a organizarse para que el problema no vaya a mayores. Has de saber que esto le puede pasar a cualquiera. De hecho en mi viaje por México a más de la mitad de las personas que conocí también habían sufrido algún robo o tipo de percance.
Bloquear o cancelar tus tarjetas bancarias
Otra cosas muy importante que hacer cuando te roban de viaje es bloquear o cancelar tus tarjetas de crédito y débito lo antes posible, y así evitar que se hagan cargos adicionales con ellas. Para bloquearlas, puedes contactar directamente a tu banco por teléfono o utilizar la app de la propia entidad en tu smartphone. Hoy en día hacerlo es bastante sencillo siempre y cuando tengas acceso a internet.
Realizar una denuncia policial
Una vez que hayas estabilizado la situación y estés seguro de lo que te han robado, es el momento en que des parte a la policía para que quede constancia por medio de una denuncia. Es importante que lo hagas en el mismo día o en los posteriores de tu viaje sin que pase mucho tiempo, para que cuando vuelvas a tu país puedas presentarla y evitar por ejemplo las tasas de la tramitación de los documentos. Si tienes seguro de viaje es posible que te pidan la denuncia para demostrar el hecho y así cubrir las pérdidas del robo que tu póliza recoja.
Si estás en México como turista, como fue mi caso, normalmente la policía te derivará a la Oficina del turista para que hagas allí la correspondiente denuncia.
Ir al Consulado o a la Embajada para tramitar el pasaporte
Si has tenido la mala fortuna de que te hayan robado el pasaporte, tendrás que localizar donde se encuentra el consulado o la embajada de tu país más cercana para solicitar uno nuevo o un salvoconducto en su defecto y así poder viajar. Es posible que te exijan, o al menos te facilite el trámite, el tener contigo la denuncia que hayas hecho previamente en la policía como en el caso de España .
Reprogramar los vuelos o las reservas de tu viaje
Dependiendo de en qué momento del viaje te suceda el robo, puede que tengas que cambiar la fecha de alguno de tus vuelos o quizás mover algunas de las reservas que tuvieras. Ten a mano el teléfono de la aerolínea para contactarles o acércate hasta el aeropuerto para tratar el tema personalmente. Haz lo mismo con el alojamiento y las excursiones contratadas si fuera el caso.
Mapa de las líneas de metro de la Ciudad de México
¿Cómo te ayuda un seguro de viaje cuando te roban?
Tras informar a tu seguro de viaje, ellos te llaman y te ayudan a realizar todos los trámites mencionados anteriormente asegurándose de que todo está bajo control. Si no has podido bloquear tus tarjetas, ellos se encargan. Lo mismo sucede si por problemas de pasaporte no puedes volar.
En mi caso, lo que más me ayudó de tener un seguro de viaje fue que me adelantaron dinero para poder continuar con mi ruta. Además, una vez de vuelta tras haber presentado la denuncia reportando el hecho, me dieron una pequeña indemnización que me ayudó a cubrir los gastos de expedición de mis nuevos documentos.
No te confíes por mucho que hayas viajado. Hay que estar alerta aunque sin estresarse.
Reparte el dinero en efectivo que lleves en el viaje y guárdalo en diferentes lugares. No lo lleves todo encima. Lo ideal sería que lleves algo contigo y otra parte del dinero la dejes guardada en el locker de tu hostal o escondida en el hotel.
Lo mismo sucede si tienes dos o más tarjetas bancarias. Intenta no llevarlas en la misma cartera, de manera que si te roban una todavía podrás disponer de la otra.
Intenta utilizar las tarjetas para gastos pequeños. Y si tienes que sacar dinero en cajeros automáticos hazlo en supermercados o dentro de los bancos.
Contrata un buen seguro de viaje. A veces no le vemos la utilidad si no nos pasa nada. Pero lo ideal del seguro es tenerlo para no utilizarlo. La tranquilidad de viajar con él y saber que estás cubierto si algo sucede tiene un coste.
Usa una riñonera interior para guardar tu pasaporte y algo de efectivo (el que estimes necesario para pasar el día).
Escanea tu pasaporte, tu cédula o dni y el resto de tus documentos y guárdalos en la nube o en tu e-mail.
Intenta informarte de las zonas que visites para saber si son peligrosas y hasta que horas se puede caminar por ellas. Pregunta en tu alojamiento o pide consejo a personales locales.
No actúes como un turista. Es normal relajarse cuando se está de viaje, pero eso no quiere decir que te olvides de que estás en un lugar que no conoces. Es importante no ser demasiado ostentoso o llamativo mostrando gafas de sol, teléfonos o joyas. Hay que hacer buena la expresión «no dar papaya» para así ahuyentar el interés de posibles ladrones.
Aprende a utilizar la divisa del país y a manejarte con el cambio a la hora del regateo y para saber el precio real de las cosas que compras en ese país. Puedes utilizar una aplicación o usar un conversor de moneda
Qué hacer cuando te roban de viaje: Conclusiones
A veces toda precaución es poca y sufrir un robo no es plato de buen gusto. No dejes que un imprevisto o un mal momento como puede ser el sufrir un robo durante el viaje, te amargue el resto de tus vacaciones o de tu aventura. Nadie está exento de qué le pueda pasar algo en ninguna parte. Hazte con un buen seguro de viaje y sigue los consejos anteriores para minimizar el riesgo.
Fíate de tu instinto y utiliza el sentido común. Pero lo más importante, no dejes de viajar ni pierdas la ilusión por culpa de una adversidad. No tengas miedo ni renuncies a hacer lo que más te gusta, basta con que sepas qué hacer cuando te roban de viaje.
Si has tenido la desgracia o mala suerte de que te haya pasado, piensa que todo en la vida y en el viaje es experiencia. Y aunque no hace falta experimentarlo todo, dicen que uno no es viajero hasta que le roban, así que enhorabuena.
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Videoperiodista, documentalista y aventurero. Entre mayo de 2006 y junio de 2007 realicé uno de los grandes viajes de mi vida: la ruta panamericana. De esta aventura nace el documental “La costura de América” que narra este viaje en solitario de 45.000 kilómetros, realizado íntegramente por tierra y más de 11 meses desde Prudhoe Bay (Alaska) hasta Bahía Lapataia en Tierra de Fuego (Argentina). He trabajado como corresponsal de la Agencia EFE en la India y realizado decenas de reportajes sobre turismo, cultura y sociedad para el canal de televisión español Telecinco. En enero de 2014 estuve nominado en los Premios Goya con mi cortometraje documental "La Alfombra Roja" rodado en un slum de India y que lleva acumuladas más de 130 selecciones en festivales de cine de todo el mundo. Sigue mis viajes en mi blog de viajes o mis redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram y LinkedIn