Decía el escritor irlandés Oscar Wilde esa frase de: “Yo puedo resistir todo menos la tentación”. En el hipotético caso de que hubiera querido referirse a Dublín con dicha afirmación, después de nuestra visita a la capital irlandesa lo hubiéramos entendido perfectamente. Dublín es ese lugar en donde nunca te sentirás un extranjero. Contagiado del carácter simpático y amigable de los dublineses, la ciudad ofrece muchas alternativas para ver y para hacer a todos los que la visitan cada año.
«Yo puedo resistir todo menos la tentación» Oscar Wilde
Ya sea en avión, coche o barco, eso sí, acompañados como siempre aconsejamos de alguno de los buenos seguros de viaje que hay, Dublín no te decepcionará. Pero para asegurarnos de que tu experiencia sea la mejor, hemos preparado una lista de cosas que no debes perderte cuando viajes a la isla Esmeralda y visites su capital:
El Castillo de Dublín fue en sus inicios una fortificación vikinga que pasó por diferentes remodelaciones a lo largo de la historia hasta adquirir su aspecto actual. De la época medieval sobrevive su magnífica torre. Además el castillo tiene el honor de haber sido sede del gobierno de Irlanda hasta 1922, habiendo tenido como huéspedes desde personajes históricos como los Tudor, hasta reyes como Enrique VIII. De entre las cosas más destacadas está su jardín oval desde el cual se puede disfrutar del sol y de una excelente vista de la torre y la muralla.
Molly Malone
Sufolk St., Dublin 2
VIAJAR CON SEGURO... ¿SÍ o NO?
Si vas a viajar por libre, lo mejor que puedes hacer es contratar un buen seguro de viaje. Mi recomendación es que contrates un seguro de Intermundial, la compañía más experta en seguros de viaje, con quien tendrás asistencia médica y todas tus necesidades cubiertas tanto antes de viajar como en destino.
¿Conoces la historia de Molly Malone? Si vas a Dublín no te quedará otra que aprenderla. No está claro si el personaje existió siquiera o no, pero esta mujer conocida también como “cockles and musels” (berberechos y mejillones) era una hermosa pescadera que recorría el puerto de la capital durante el día y sus pubs por la noche junto a los soldados que los frecuentaban. Molly y su historia dan nombre al himno no oficial de Dublín y de Irlanda que todos siempre cantan, ya sea en eventos deportivos o compartiendo una cerveza en cualquier parte. La estatua inicialmente se encontraba en otra localización, pero hace unos años se situó en el emplazamiento actual en la calle Sufolk.
Biblioteca del Trininy College
College Green, Dublin 2
Uno de los principales reclamos turísticos y de visita obligada en Dublín es el Trinity College, en donde se encuentra su magnífica biblioteca. Entre sus particularidades desde 1801, tiene la costumbre de guardar en su interior una copia de cada libro publicado en Gran Bretaña e Irlanda por lo que su colección de más de 4,5 millones de libros es incesante. Además, la biblioteca cuenta entre sus principales obras con el “Libro de Kells” (un antiquísimo manuscrito compuesto por 4 libros escritos por los monjes celtas durante el siglo IX D.C.).
Para los amantes del celuloide y de las series, la biblioteca ha sido a su vez protagonista de algunas películas, como por ejemplo en Harry Potter y el prisionero de Azkaban, o ha sido objeto de la recreación de escenarios por parte de las películas de Star Wars.
Catedral de San Patricio y Catedral la Santísima Trinidad
Christ church Pl, Dublin 8 / St Patrick’s Close, Dublin 8
Se puede decir que Dublín es de las pocas ciudades con el curioso dato de tener 2 catedrales, lo cual creó una rivalidad histórica que se resolvió hacia 1300 concediendo ciertos derechos a la catedral de la Santísima Trinidad (conocida popularmente como Christ church).
La catedral de San Patricio según dice la leyenda, se erigió en la localización del pozo en la que supuestamente San Patricio bautizaba a los que se convertían del paganismo al cristianismo (aunque el edificio actual se empezó a construir en 1191 D.C.). Por su parte la catedral de la Santísima Trinidad es la más antigua de ambas (1028 D.C.) y fue construida por un rey vikingo, sufriendo importantes remodelaciones y mezclando estilos gótico y románico. Hoy en día el Vaticano reconoce esta última como la catedral oficial de la ciudad.
Guinness Store House
St James’s Gate, Dublin 8
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Si algo hay que la gente asocia con Irlanda es su pinta de cerveza negra, y esa es la famosa Guinness. Dublín es la casa de esta legendaria cerveza y en donde se encuentra la principal fábrica y en donde salieron sus primeros barriles: la Guinness Store House.
Hoy la fábrica-museo puede visitarse en un interesante y didáctico recorrido en donde te explicarán los pasos de producción de dicha cerveza. El edificio se compone de varios pisos y tiene la forma de una pinta, ofreciendo en el tour a los clientes diferentes posibilidades como la cata de varios tipos de cerveza o enseñarte como se debe tirar una pinta de Guinness correctamente. Lo mejor sin duda se encuentra al final del recorrido, ya que llegar a lo alto de la Guinness Store House tiene premio. Los que suban se encontrarán con la sorpresa de poder disfrutar del mejor panorama de la ciudad (en la que los edificios no son muy altos) gracias a sus cristaleras que permiten una vista 360º. Y acompañado después de tanto hablar de cerveza, claro está, de una auténtica y refrescante pinta de Guinnes. ¡Slainté!
FishShack Café
Parliament St., Dublin 2
Viajar también es comer, y a ser posible bien. En el Reino Unido el plato estrella es el “fish and chips”, es decir, pescado rebozado con patatas fritas. Otra de esas cosas a añadir a tu experiencia en Irlanda. Suele ser un plato calórico que según dicen, resucita muertos y cura resacas. Su preparación es simple pero la calidad con la que lo sirven no tanto, por ello es importante buscar un lugar adecuado para disfrutarlo.
En pleno centro de Dublín está el FishShack un lugar en el que lo sirven como nadie y hasta sienta ligero y saludable. Dos piezas de pescado blanco (merluza o bacalao) rebozado junto patatas fritas caseras y un poco de ensalada, acompañado con salsa en una concha de ostra. ¡Muy recomendable!
Temple Bar
47/48 Temple Bar, Dublin 2
Los pubs son parte de la cultura de los irlandeses. En ellos pasan gran parte de su tiempo entre pintas, historias y canciones. Tanto les gustan, que algunos ironizan diciendo que si no están más morenos, esto se debe a que los pubs son su protección solar para mantener el típico color blanco que tanto les caracteriza. Si vas a Dublín no deberás perderte la experiencia de pasarte por alguno de ellos si es que quieres llevarte una impresión completa de su tradición y cultura. Uno de los más famosos es el mítico Temple bar que se encuentra situado en el corazón de la capital irlandesa a pocos metros del río Liffey.
En él, suena cada noche la música en directo acompañada de las tradicionales pintas de cerveza y una buena conversación esperando a la vuelta de la esquina. El buen carácter de los dublineses se entremezcla con las estatuas de personajes ilustres como por ejemplo la de James Joyce, que adorna una mesa a la entrada del pub.
Phoenix Park
Dublin 8
El Phoenix Park es uno de los parques urbanos más grandes de Europa y desde luego el pulmón de Dublín. Se encuentra situado a unos 3 kms del centro de la ciudad y cuenta con una extensión de terreno de unas 712 Ha. Una zona verde y boscosa en donde acuden los dublineses a disfrutar de los días de sol y a practicar deporte. Una de las cosas más simpáticas de este lugar es una manada de ciervos que pastan en el recinto en libertad. Por el precio de una bolsa de zanahorias puedes conseguir su amistad y si tienes suerte y foto tan buena como la nuestra.
Una opción para visitar todos estos lugares y ahorrar al mismo tiempo en transporte y en el precio de algunos billetes, es a través del Dublin City Pass, que ofrece ventajas y evita colas a la hora de viajar a Dublín.
Videoperiodista, documentalista y aventurero. Entre mayo de 2006 y junio de 2007 realicé uno de los grandes viajes de mi vida: la ruta panamericana. De esta aventura nace el documental “La costura de América” que narra este viaje en solitario de 45.000 kilómetros, realizado íntegramente por tierra y más de 11 meses desde Prudhoe Bay (Alaska) hasta Bahía Lapataia en Tierra de Fuego (Argentina). He trabajado como corresponsal de la Agencia EFE en la India y realizado decenas de reportajes sobre turismo, cultura y sociedad para el canal de televisión español Telecinco. En enero de 2014 estuve nominado en los Premios Goya con mi cortometraje documental "La Alfombra Roja" rodado en un slum de India y que lleva acumuladas más de 130 selecciones en festivales de cine de todo el mundo. Sigue mis viajes en mi blog de viajes o mis redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram y LinkedIn