Así a bote pronto parece sencillo enfrentarse al simple hecho de armar la mochila antes de partir de viaje, sin embargo, después de muchos años viajando como mochilero he ido armando una lista de cosas útiles e imprescindibles que no debo olvidar en mi mochila. Ésta es una primera lista de objetos, en sucesivas entregas la ampliaremos con más objetos necesarios que te salvarán de apuros en los momentos menos insospechados:
1. Pasaporte y cartilla de vacunación. No serías el primero en llegar al aeropuerto con el tiempo justo, hacer la cola del mostrador de facturación y en el último momento darte cuenta de que te has olvidado el pasaporte en casa. Entre uno y dos meses antes de viajar a tu destino, consulta con la embajada del país de destino si necesitas solicitar un visado o si la visa de turista la obtienes al entrar en el país. Para españoles, por ejemplo, países como México, Japón o Estados Unidos te adjudican la visa (6, 3 y 3 meses respectivamente) en el mismo aeropuerto o puerto de entrada si llegas por tierra, mientras que en la India necesitas gestionar tu visado con antelación. Recomendable llevar siempre una fotocopia y dejar el pasaporte original en un lugar seguro en el hostal. La cartilla de vacunación internacional te permite demostrar en algunos destinos concretos que estás vacunado contra enfermedades como la fiebre amarilla por ejemplo, además te sirve para saber qué vacunas tienes puestas y su vigencia o no en caso de que tengas un accidente -mordedura de un perro, corte con un metal oxidado…- y debas revacunarte.
2. Tarjetas. Sí, en plural. En los tiempos que corren se acabó eso de los cheques de viaje o llevar la cartera con todo el presupuesto de nuestro viaje en efectivo. Lo más seguro: el dinero de plástico. Recomiendo llevar siempre al menos dos tarjetas, una de débito y otra de crédito, y si son de bancos diferentes mucho mejor. Algunos cajeros automáticos a veces no reconocen una de tus tarjetas, así dispones de dos opciones. Los últimos años como cliente de ING Direct -no es publicidad pagada ni nada por el estilo- no he tenido ningún tipo de problema al pagar o retirar efectivo de cajeros en muchas partes del mundo. De todos modos, te recomiendo que te hagas también una tarjeta de débito en Arquia (Caja de Arquitectos) o en alguna caja similar -creo que CaixaNova también tiene esta opción- que al sacar en el extranjero no te cobran una comisión. Al realizar el cambio de divisa y cargarlo en tu cuenta sí que aplican el tipo de cambio más beneficioso para el banco. Las comisiones, al final de un viaje largo, pueden suponer un cantidad nada despreciable que puedes emplear en cosas más beneficiosas para ti que engordar los beneficios de las entidades financieras.
3. Frontal de luz. Allá donde vayas estoy seguro de que en algún momento concreto te lamentarás de no haber metido en tu mochila este objeto. En algunos lugares del mundo hay veces que se corta la luz y tener a mano una minilinterna o un frontal de luz como los que llevan los mineros en su casco es un alivio. Es preferible el frontal a la linternita porque tienes las manos completamente libres para maniobrar. Otras situaciones en las que te vendrá muy bien es por ejemplo poder leer tumbado en la cama del dormitorio del hostal sin molestar a tus compañeros de habitación cuando duermen, rebuscar dentro de la mochila sin necesidad de encender la luz de la habitación, moverte sin problemas en la oscuridad en lugares donde la iluminación es deficiente o inexistente…
4. Tapones para los oídos. Para todos aquellos con el sueño ligero los tapones para los oídos son un buenísimo invento para reducir los inevitables daños colaterales del típico compañero de dormitorio que duerme a pierna suelta y ronca como un oso gruñón. En el mercado los tienes de todo tipo de materiales: silicona, vinilo, cera, algodón, elastómeros… Para mi gusto los tapones más cómodos son los fabricados con un tipo de espuma porosa de color amarillo fosforescente como los que vende la marca Noton, se ajustan mejor en el oído sin forzar la cavidad auditiva que otros hechos con silicona, etc… aunque para gustos los colores. No sólo nos ayudarán a conciliar el sueño en los dormitorios compartidos de hostales si tenemos la mala suerte de toparnos con un mochilero roncador, en trayectos en avión o viajes en autobús donde queramos echar una cabezadita son ideales.
5. Navaja multiusos. Su propio nombre lo indica, este tipo de navajas suizas son perfectas para infinidad de situaciones durante el viaje. Entre su extenso abanico de opciones y herramientas alojadas en el mango y que pivotan sobre un eje puedes encontrar modelos con un cuchillo, sacacorchos, abrebotellas, palillo para los dientes, pinzas pequeñas, destornillador… Apenas ocupan espacio dentro de la mochila, no pesan mucho y les darás mucho más uso del que crees. Los principales fabricantes de este tipo de navajas son dos grandes marcas suizas, Vitorinox y Wenger, con una curiosa historia a sus espaldas. A finales del siglo XIX, el propietario de una compañía que se dedicaba a la fabricación de material quirúrgico, el señor Karl Elsener, se enteró de que las navajas de bolsillo del Ejército suizo se fabricaban en Alemania. Elsener creó el llamado «cuchillo del soldado», antecesor de la navaja suiza moderna, y en cuyo mango de madera gracias a sendos resortes incorporaba un cuchillo, un destornillador para el montaje y desmontaje del fusil de los soldados, un abrelatas para los víveres, un sacabocados para las sillas y arneses de cuero así como una segunda cuchilla y un sacacorchos.
Esta semana estamos muy mochileros en el sentido completo de la palabra. Si hace un par de días desgranamos algunas de las características a tener en cuenta a la hora de comprar una mochila, hoy continuamos con la segunda entrega de la lista de objetos imprescindibles que no puedes olvidar meter en ella antes de partir de viaje.
VIAJAR CON SEGURO... ¿SÍ o NO?
Si vas a viajar por libre, lo mejor que puedes hacer es contratar un buen seguro de viaje. Mi recomendación es que contrates un seguro de Intermundial, la compañía más experta en seguros de viaje, con quien tendrás asistencia médica y todas tus necesidades cubiertas tanto antes de viajar como en destino.
6. Toalla microfibra. Después de años viajando, he llegado a la conclusión de que este tipo de toalla es la mejor compañera de baño para llevar en la mochila. Recuerdo que en mi primera experiencia como mochilero me llevé una toalla de tamaño familiar, por supuesto ocupaba demasiado espacio y siempre que tenía que volver a emprender viaje, seguía estando húmeda. Generalmente, cuando viajas de mochilero, cada dos o tres días sueles moverte a otro lugar. Por consiguiente, la toalla no ha podido secarse y después de unas cuantas horas de viaje guardada en la mochila, al sacarla de nuevo el olor no es precisamente agradable. Si la comparamos con una toalla convencional, la toalla de microfibras es mucho más higiénica, se seca rápidamente y no retienen la humedad por lo que evitan la aparición de hongos y bacterias. Pros: su suavidad, tacto agradable, se pueden lavar a altas temperaturas y apenas ocupan espacio. Contras: Si la compras muy pequeña, echarás de menos una buena toalla para poder cubrirte por completo en lugares en los que hace frío. Tienes toallas de este tipo desde 7 euros en adelante.
7. Tijeras/Cortauñas. Elemento aparentemente prescindible en nuestro neceser pero, ni es muy caro, ni ocupa apenas espacio. Está claro que si nuestro viaje va a durar tan sólo quince días, podemos prescindir completamente del cortauñas o las tijeritas. Sin embargo, para viajes de larga duración, si lo que queremos es ser unos mochileros limpios y aseados, y no llevar una ristra de «mejillones» en pies y manos, este objeto no podemos pasarlo por alto en nuestra lista de prioridades. La elección entre uno u otro depende de tus propios gustos personales. Para gustos, los colores.
8. Bolígrafo/Pluma. Es verdad que muchos de estos objetos que estamos enumerando, a simple vista parecen imprescindibles y de sentido común llevarlos, pero siempre alguno de ellos terminamos olvidándolo en casa. ¿Quién no ha necesitado en un momento importante un bolígrafo para anotar algo y no ha encontrado a nadie que tuviera uno para prestárselo? Desde hace muchos años siempre llevo conmigo un bolígrafo y me ha sido tremendamente útil, por ejemplo para rellenar los formularios de inmigración en el avión antes de llegar a la zona de la aduana, anotar la dirección de un museo, el email de otro viajero o completar los datos de la ficha de un hostal. Aunque, si disponemos del siguiente objeto de nuestra lista, solventaremos muchas situaciones con una simple nota virtual y a correr.
9. Smartphone. Si tuviéramos que ponerle título a este apartado sería algo así como «No sin mi smartphone». Desde hace algunos años no concibo un viaje sin la compañía de mi smartphone (Iphone, Android, Blackberry…). Para algunos esto puede ser síntoma de adicción a las nuevas tecnologías y una excusa más para no desconectar, sin embargo, aunque es cierto que en ocasiones puede ser motivo de algunos quebraderos de cabeza, estos teléfonos son extremadamente útiles cuando viajas. Gracias a aplicaciones como el conversor de divisas, poder consultar el pronóstico del tiempo, la aplicación GPS de Google Maps o el simple acceso a la red con el navegador me han sacado de más de un atolladero cuando viajo. Bien usando conexiones WIFI -cada vez existe más puntos de conexión gratuita en la mayoría de ciudades importantes del mundo- o con un plan de internet que previamente hayamos contratado con una operadora local, en pocos segundos podemos encontrar esa dirección que olvidamos anotar, el teléfono de un hostal o la reseña de un restaurante para cenar.
10. Adaptador universal de viaje. Aunque próximamente dedicaremos un artículo especial sobre los diferentes tipos de enchufes y voltajes que existen en el mundo, no podemos obviar este útil producto en nuestra mochila. Cada vez son más los productos que usamos en nuestra vida cotidiana que necesitan de la electricidad, o de una batería en su defecto, para funcionar: el cargador de la batería de la cámara de fotos, el móvil, el ordenador portátil, el cargador de pilas recargables… La electricidad es parte importante de nuestra vida y un elemento importante a tener en cuenta a la hora de viajar. Hace unos años, si nuestro viaje incluía diversas zonas del mundo con tipos diferentes de clavijas, teníamos dos opciones: cargar con varios adaptadores o aventurarnos a comprar uno en el país de destino. Gracias a los multi plug o adaptadores universales de viaje tenemos solucionado este engorroso «problema». También, los principales fabricantes de tecnología incluyen en sus aparatos un rango de voltaje de 100 a 240 voltios, por lo que no necesitaremos en la mayoría de casos un transformador de corriente. Antes de enchufar, siempre mira las especificaciones de cada aparato.
11. Saco de dormir (sleeping bag). Es cierto que en algunos casos, según el tipo de viaje que vayas a hacer, el saco de dormir es totalmente prescindible. Un bulto menos en la mochila. Normalmente cuando viajas como mochilero sueles dormir en hostales donde cada litera ya tiene sus sábanas y una cobija en caso de que haga frío. En mis múltiples viajes me he encontrado en situaciones en las que he echado de menos tener un saco, tanto en época invernal como veraniega. Recuerdo por ejemplo una noche en un albergue en los Andes peruanos, en mi habitación no había calefacción y apenas mantas para taparme. La temperatura era de cero grados Celsius. Suerte que tenía mi saco de dormir de alta montaña. Actualmente se fabrican sacos de gran calidad y tamaño muy reducido a un precio razonable. Personalmente os recomiendo llevar un saco de verano hecho de tela fina, algo muy simple. Viene de maravilla para esos lugares en los que te tocará dormir y cuya higiene es más que dudosa. Salvo que tengas previsto hacer un trekking o que tu viaje sea en zonas gélidas, no te recomiendo llevar un saco de dormir de pluma o fibra sintética. Si cuando armes tu mochila, todavía tienes espacio, añade este item a tu lista.
12. Botiquín básico/ Kit primeros auxilios. No es cuestión de llevarse una farmacia a cuestas, puesto que viajar de mochilero es precisamente todo lo contrario, llevar lo justo y necesario. Un botiquín básico es muy útil. Imprescindible: un termómetro. Uno de los síntomas de que algo no anda bien con la salud es la aparición de la fiebre. Tener a mano un termómetro para descartarla es muy práctico. Hay modelos digitales, no muy caros, ligeros y apenas ocupan espacio. Además recomendamos incluir unos comprimidos antidiarréicos, antihistamínicos, antibióticos o penicilina (consultar con el médico en qué casos extremos tomarlos), aspirinas o analgésicos tipo Paracetamol y si tienes una dolencia concreta, un surtido de las medicinas que sueles tomar. Aunque, lo mejor, antes de automedicarse, usar el siguiente elemento que incluimos en esta lista: un seguro de viaje. En algunos países puede que tengas dificultad por la barrera idiomática para comunicarte y pedir el medicamento que necesitas, sin embargo, si contactas con tu seguro, ellos se encargarán de todas las gestiones necesarias.
13. Moleskine/Libreta. Un viaje no es lo mismo sin una Moleskine o libreta en su defecto en el bolsillo. Recuerdo cuando compré mi primera libreta. Fue pocos días antes de partir de viaje en solitario durante casi un año desde la fría Alaska hasta Tierra de Fuego a través de la ruta panamericana. En ella anoté teléfonos, direcciones, recomendaciones, pensamientos, poemas… Ahora la conservo guardada en mi cajón, un tesoro que entre sus tapas posee un baúl lleno de recuerdos. Estamos inmersos en mundo digital donde Ipads, smartphones, PDAs… han relegado a libretas, cuadernos y Moleskines a un segundo plano, al cajón de «lo antiguo». Aún y todo, como aquellos viajero de antaño, te recomiendo que no olvides meter en tu mochila una libreta de papel. Sí, ya sé que si conoces a alguien te dará su dirección de Facebook, su cuenta de Twitter… Pero, ¿dónde la vas a anotar? Un viaje no es un viaje sin notas, apuntes, dibujos, frases, anécdotas… Además, no llevan pilas, no hay que cargar las baterías y son un diario de recuerdos que agradecerás hojear en el futuro.
14. Ropa y calzado. Este es uno de los apartados que más espacio va a ocupar en tu mochila. Ten en cuenta la duración de tu viaje, los lugares que vas a visitar y los climas por los que pasarás. Si después de analizarlo, vas a vivir cada una de las cuatro estaciones, entonces anota: ropa y calzado tanto para invierno como para verano, un par de pantalones, un pantalón corto, ropa de abrigo (un abrigo o chamarra impermeable, transpirable y antiviento), gorro y guantes, ropa interior, un par de calcetines térmicos, unas zapatillas, sandalias de trekking (te sirven para meterte en el agua, caminar ciertas distancia en climas cálidos, usarlas como chanclas para ducharte…), un cinturón, calcetines normales, camisetas/playeras y una camisa. Seguro que nos dejamos algo por el camino. Tampoco te vuelvas loco, ten en cuenta que en muchos de los países a donde vayas -si tu divisa es mucho más fuerte- el precio de la ropa seguramente no sea muy caro y puedas comprar algo que te falte o se rompa.
15. Seguro de viaje. Muchos viajeros novatos y otros no tan novatos viajan fuera de su país sin haber contratado un seguro de viaje, un error que te puede costar muy caro en el caso de tener un percance. Los que vivimos en países donde la cobertura médica pública es prácticamente completa -como es el caso de España- no tendemos a valorar lo que realmente cuesta una simple prueba en un hospital. Un simple análisis de sangre o la compra de determinados antibióticos pueden salirnos por un ojo de la cara si no llevamos un seguro de viaje con cobertura de gastos médicos. Cuanto mayor sea la cobertura, mejor. En el mercado hay multitud de opciones, algunas muy caras y otras no tanto. Después de muchos años viajando he encontrado un seguro de viaje económico y con buen servicio en Ocaso. Generalmente, este tipo de seguros cubren el coste de medicinas, traslados, pruebas, operaciones, consultas de especialistas, repatriación en caso de fallecimiento o enfermedad grave… Tómatelo en serio, no juegues a la lotería con tu salud. Otro día publicaremos un artículo con consejos para sacarte un seguro de viaje bueno, bonito y barato.
Recuerda hacerte un seguro de viaje antes de viajar ya que cualquier atención médica por enfermedad o accidente en Estados Unidos te puede arruinar el viaje, no sólo físicamente, sino dejar temblando tu bolsillo. Un simple traslado en ambulancia suele costar en torno a 500€. Por ser nuestro lector tienes 10% de DESCUENTO en el seguro de viajes INTERMUNDIAL usando el código MOCHILEROS.
Videoperiodista, documentalista y aventurero. Entre mayo de 2006 y junio de 2007 realicé uno de los grandes viajes de mi vida: la ruta panamericana. De esta aventura nace el documental “La costura de América” que narra este viaje en solitario de 45.000 kilómetros, realizado íntegramente por tierra y más de 11 meses desde Prudhoe Bay (Alaska) hasta Bahía Lapataia en Tierra de Fuego (Argentina). He trabajado como corresponsal de la Agencia EFE en la India y realizado decenas de reportajes sobre turismo, cultura y sociedad para el canal de televisión español Telecinco. En enero de 2014 estuve nominado en los Premios Goya con mi cortometraje documental "La Alfombra Roja" rodado en un slum de India y que lleva acumuladas más de 130 selecciones en festivales de cine de todo el mundo. Sigue mis viajes en mi blog de viajes o mis redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram y LinkedIn